Asur del Riego, que fue despedido por no superar el periodo de prueba, dice estar en una situación «desesperada» y ha decidido «resistir» en el hotel, alquilado desde la pasada primavera por una empresa mallorquina
M. L. / Somiedo
Asur del Riego dice estar en una situación desesperada «los nuevos dueños me prometieron alojamiento y manutención, y ahora estoy pasando hambre y frío y no me han pagado», explica este empleado que asegura que está «legalmente» ya que dispone de llave y no ha habido ninguna orden de desalojo por el momento, aunque ha recibido ya la visita de la Guardia Civil. El único apoyo que tiene en este momento es el de una mediadora laboral, Dolores Padilla, que ya se ha puesto en contacto con la empresa para comenzar con el proceso de conciliación, la mallorquina Unusual Hotels, que ha alquilado este establecimiento hotelero situado en Santa María del Puerto.
Dolores Padilla, malagueña que lleva poco tiempo en Pola de Somiedo, asegura que Asur «está allí legalmente, así lo determinó la Guardia Civil que pasó por allí y le escuchó. Le contrataron de forma precipitada y corriendo, por teléfono, pero él tiene alguna patología de salud mental y se dieron cuenta de que podrían tener problemas. Él es cocinero pero le destinaron a camarero de pisos», explica, si bien matiza que, tras los primeros contactos con la empresa «está dispuesta a hacer todo dentro del marco legal para que no se vulneren los derechos del trabajador».
Según explica esta mediadora la empresa le permitió vivir allí vivir allí «porque él no tiene ni casa ni coche para desplazarse». En este momento Asur vive en el hotel en donde permanece (el hotel está cerrado) con sus pertenencias personales y «se niega a abandonarlo hasta que cobre su salario».
Dolores Padilla fue durante 15 días compañera de Asur como empleada del hotel, aunque es Técnico Superior de Integración Social y fundadora de BienestarLab, una empresa que dedica su actividad al análisis de clima laboral y prevención del estrés laboral, además de la conciliación laboral y que pretende instalarse en el Vivero de Empresas de Pola.
«Hace dos meses decidí dejar mi tierra, Málaga, y vivir más tranquila en la zona de Somiedo, pero me encuentro con este delicado conflicto y no puedo mantenerme al margen por humanidad».
El contrato se rescindió al parecer el 31 de agosto, alegando que no había superado el periodo de prueba «pero no le han pagado, ni siquiera le hicieron firmar ningún contrato, y no encuentra sitio para vivir por lo que ha decidido quedarse allí hasta que le liquiden».
Este diario intentó ponerse en contacto infructuosamente con el responsable de Unusual Hotels, Narciso Ventura, para conocer las intenciones de la empresa ante este encierro laboral.Tampoco desde el Ayuntamiento de Somiedo se tiene conocimiento de este conflicto.
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