Educación emocional para los escolares de Grau y Las Regueras

«Es importante que aprendan a reconocer sus sentimientos y a gestionarlos», destaca Natalia Suárez, profesora de la Facultad de Psicología y coordinadora del proyecto

Redacción/ Grau

La frustración, la ira, la culpa, el miedo, los celos o la tristeza son emociones que todos los seres humanos hemos sentido alguna vez. Aprender a identificar estos sentimientos y a gestionarlos de forma adecuada es el objetivo del proyecto que desarrolla la Facultad de Psicología de Oviedo en colaboración con los ayuntamientos de Grau y Las Regueras, dirigido a escolares de los colegios de Primaria y a los dos institutos de Secundaria moscones.

El plan forma parte de ‘Cultura Cercana’, una iniciativa de la consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias y el vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Oviedo, que pretende acercar el conocimiento científico a la población. En esta edición se ha decidido ofrecer conocimiento científico sobre la gestión emocional a niños y adolescentes de los concejos de Grau y Las Regueras, una iniciativa que en el concejo moscón cuenta con el apoyo de la concejalía de Infancia y Juventud, según detalla la concejala Cristina Coalla. «Nos parece del máximo interés el proyecto, que contribuye a mejorar la salud emocional de los pequeños y dará también herramientas a las familias», apunta Coalla.

«La regulación emocional es una destreza básica para la salud mental, y también para la convivencia tanto en los centros escolares como en la familia. Es importante que los más pequeños sepan identificar qué es lo que sienten. Identificar todas las emociones, saber que todas en su contexto son buenas, y que es posible hablar sobre ellas y si se necesita, pedir ayuda. En los institutos nos centraremos además en la gestión de estas emociones, y también habrá una charla para las familias, pues todos, padres, madres y docentes, nos beneficiaríamos de tener una buena gestión emocional, a veces tampoco como padres sabemos gestionar nuestras emociones y no somos un buen modelo», señala la coordinadora del proyecto, Natalia Suárez Fernández, que es Doctora en Psicología, profesora del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Oviedo. Junto a ella impartirán los talleres María Estrella Fernández Alba, doctora en Psicología, profesora del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Oviedo y Amanda Abín Álvarez, Doctora en Psicología. Investigadora del área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Oviedo.

En Grau se darán talleres en los colegios de Primaria Bernardo Gurdiel y Virgen del Fresno, y en los institutos Ramón Areces y César Rodríguez, y en Las Regueras, en el colegio de Primaria Príncipe de Asturias. Los destinatarios serán los escolares de 3º y 4º de Primaria y los estudiantes de 3º de la ESO. Habrá además una sesión para las familias, en las Casas de Cultura de Grau y Las Regueras. El proyecto comenzará este mes de octubre y se desarrollará también en noviembre, con un total de siete sesiones de dos horas.

En los colegios moscones el proyecto ha tenido muy buena acogida, «Creo que la educación emocional es muy necesaria. Cada día hay más niños y niñas con baja tolerancia a la frustración, poca empatía y desajustes emocionales importantes. En el colegio ya hay otras iniciativas en marcha en este sentido. Se trabaja de forma transversal a través de la lectura, del plan de acción tutorial y el de coeducación persiguiendo siempre un aprendizaje por competencias. A través de las metodologías activas se pretende superar el individualismo y recuperar la cultura de la cooperación, del trabajo en equipo y tener en cuenta a los demás. Es preciso rescatar el ejercicio del buen trato como base de las relaciones interpersonales ya que todos los días recibimos a los alumnos con un saludo personalizado y a veces cuesta obtener la respuesta», señala la directora del colegio Virgen del Fresno, Paraíso Álvarez Sierra.

Marco González Osorio, director del Bernardo Gurdiel, sostiene también la misma opinión. «Le damos mucha importancia a la gestión emocional, tenemos ya programas de educación emocional y cualquier refuerzo en este sentido nos parece interesante. Es importante seguir el desarrollo emocional de los críos, identificar y gestionar las emociones les ayuda a comprenderse a sí mismos y a los demás, reduce los conflictos y mejora la autoestima. Es importante que el colegio sea un ambiente seguro y acogedor y todos estos proyectos van en ese sentido».