Desde alimentar a las pitas con larvas de ‘moscas soldado’ a hacer fertilizante de la basura, en Grau

El Serida presentó ayer en la Casa de Cultura moscona un proyecto de investigación que reutiliza los residuos para generar productos de alto valor añadido

Guillermo García, técnico del Serida; Mamen Oliván, directora gerente del Serida;  Laura Gasco, investigadora de la Universidad de Turín, y Adrián Pérez y Rocío Rosa, ambos investigadores del Serida.

Redacción/ Grau

El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) investiga cómo reutilizar residuos orgánicos de la producción agrícola local para criar insectos (moscas soldado) y generar productos con alto valor añadido como fertilizantes que mejoren suelos agrícolas, larvas vivas para alimentar gallinas de pita pinta y gallinaza como abono. El trabajo forma parte del proyecto europeo Advagromed, que fue presentado ayer en Grau al sector agroalimentario asturiano.

Un equipo multidisciplinar de investigadores y técnicos del organismo trabaja en la recreación de un modelo de economía circular innovador, a través de prácticas agrícolas sostenibles, dividido en tres fases interconectadas: Valoración de residuos de la industria agroalimentaria y otros recursos naturales para la cría de insectos; análisis de las respuestas productivas, salud y bienestar de gallinas de pita pinta asturiana alimentadas con larvas de moscas, y evaluación de diferentes fertilizantes, incluidos varios derivados de la producción de larvas de moscas y huevos de gallina, para la mejora de suelos.

El proyecto Advagromed, cuya presentación se ha realizado en la Casa de Cultura de Grau, está desarrollado por un consorcio internacional formado por siete entidades de España, Italia, Portugal, Grecia, Portugal y Marruecos, que incluyen universidades, centros de investigación agroalimentaria y empresas.

Su principal objetivo es explorar nuevos modelos de economía circular para producir alimentos y otros productos de valor añadido a partir de recursos naturales locales. Esta investigación ha sido financiada a partir de los fondos Next Generation, en la convocatoria Prima, repartidos por la Agencia Estatal de Investigación e incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En Asturias, este modelo de economía circular es inédito. Investigadores y técnicos del Serida, con una formación muy diversa como biólogos, veterinarios, químicos o ingenieros agrónomos, avanzan en las distintas fases del proyecto. La primera etapa se inició con el análisis de 24 subproductos de la industria agroalimentaria regional, así como otros recursos naturales (como las algas marinas), para evaluar su potencial como alimentos para moscas soldado.

Paralelamente, se están analizando las respuestas productivas, salud y bienestar, así como la calidad de los huevos de gallinas de la raza pita pinta asturiana que han sido alimentadas con diferentes dietas que incluyen las larvas de insectos.

Otro equipo del Serida ya ha iniciado los ensayos en invernadero para evaluar el potencial de la gallinaza (estiércol) producida por estos animales alimentados con diferentes dietas y del residuo de la multiplicación de los insectos, como fertilizantes para producir verdinas, berzas y lechugas en una rotación de cultivos. Los estudios calcularán los rendimientos de cada uno, su calidad y los cambios en la salud de los suelos.

Rocío Rosa, investigadora responsable del proyecto, ha destacado que aportará información de interés para los diferentes sectores relacionados, como los emprendedores interesados en iniciar la producción de insectos a partir de subproductos, de los que, además, se podrá obtener información para otros usos. Según la científica, “conoceremos mejor a nuestra pita pinta, una raza rústica propia y de la que hay muy poca información sobre la calidad de sus huevos y su salud”.

Desde el primer momento, Advagromed ha contado con el apoyo del sector agroalimentario asturiano y la colaboración de la Asociación de Criadores de Pita Pinta Asturiana. “Compartimos con ellos nuestros resultados, esperando que les ayuden a poner en valor esa raza”, ha asegurado Rocío Rosa.

Este proyecto está alineado con los objetivos de la Unión Europea, ya que favorecerá la reducción del uso de fertilizantes químicos, sustituyéndolos por los equivalentes naturales. El objetivo es obtener un rendimiento comparable y mejorar la salud de los suelos.

Durante el desarrollo del programa, también se ha tenido en cuenta la opinión del sector agroalimentario asturiano sobre este modelo circular. Para ello, se realizaron entrevistas a los productores para conocer qué residuos generan, cuántos o qué hacen con ellos y cómo valoran las innovaciones como la multiplicación de insectos. También se efectuaron encuestas de consumo relacionadas con la viabilidad de los productos dentro del mercado o cuales son las motivaciones de los compradores.

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