Alberdi llena la Casa de Cultura de Grau de poesía y calor humano

El autor presentó ‘Mecigayu/ Miscelánea’ en un acto que contó con dos de las asociaciones que impulsan la cultura moscona, el Foro de Creación y la asociación Valentín Andrés

Alberdi, en el centro, durante la presentación, en la que estuvo acompañado por Andrés Moutas, Giustavo Adolfo Fernández, Diego Nieto y Alfonso Joglar/ Foto: Sánchez
Plácido Rodríguez
Grau

La Casa de Cultura de Grau se llenó el pasado martes de poesía y calor humano en la presentación del libro de Xosé Luis R. Alberdi. Fue una de esas tardes de la seronda asturiana en las que la comunicación afable entre autor, miembros de la mesa y público hizo que la obra, que lleva por título Mecigayu/Miscelánea, calase hondo en el ambiente, de manera que lo que allí se dijo por unos y otros creó una argamasa emocional libre de contaminantes y florituras artificiales. Las palabras se fueron consolidando poco a poco en un abrazo colectivo y recíproco en torno a la figura de Alberdi.

La mesa que presidía el acto reflejaba la fusión de dos agrupaciones imbricadas en el entramado cultural del concejo moscón, contando con varios miembros de la asociación “Valentín Andrés” y del “Foro de Creación y Lectura de la Biblioteca”.

Abrió la presentación el Cronista Oficial y autor de la introducción del libro, Gustavo Adolfo Fernández, que, además de ensalzar la figura del autor, hizo referencia a una iniciativa nueva que empieza con la edición de Mecigayu/Miscelánea: «ya que con esta obra se inaugura un ilusionante proyecto del Foro de Creación y Lectura de la Biblioteca de Grau, una nueva colección de libros de autores locales. Para iniciar con plenas garantías de éxito este ambicioso proyecto editorial, el Foro necesitaba un autor de reconocido prestigio, con una importante trayectoria bibliográfica y de indiscutible calidad literaria. Necesitaba además que fuera una persona muy conocida y querida en Grau. En definitiva, el Foro necesitaba a Xosé Lluis Rodríguez Alberdi».

Continuó con la presentación Andrés Moutas, presidente del Foro de Creación y Lectura de la Biblioteca de Grau, además de maquetador del libro, quien, con la austeridad mediática que lo caracteriza, no quiso extender su intervención por no quitar protagonismo al autor. Aunque no perdió la oportunidad de poner en valor la asociación que preside en cuanto al fomento de la literatura y creatividad artística base, y en cuanto a la  importancia de que las asociaciones perseveren en mantener su actividad altruista fomentando el inicio y participación ciudadana en las diferentes facetas culturales del concejo.

El siguiente turno fue para Alfonso Joglar, quien, en representación de la asociación Valentín Andrés, copatrocinadora del libro, tampoco se quiso extender en cuanto a la relación entrañable que mantiene desde hace décadas con Alberdi. En un ejercicio de disciplina emocional se limitó a leer el escrito enviado por Eduardo Blanco, actual presidente de la asociación, además de autor de la foto de la portada del poemario, que desde Palma de Mallorca destacó: «Estoy seguro que el libro que acabáis de “parir” será el primogénito de una larga y numerosa familia y, entre todos, hemos de perseverar porque así sea».

En el transcurso del acto se intercaló un video enviado por Fernando Flórez ,“Lenon”, autor del prólogo, además de pionero en la creación de las dos asociaciones que participaron en la edición y presentación de Mecigayu/Miscelánea. Desde Algeciras, donde reside actualmente, enfatizó la obra: «Alberdi poeta jubiloso, familiar, telúrico y sobre todo muy de su gente. Un juglar capaz de esculpir los versos más maravillosos dedicados a su tierra, a Asturias. Asistimos al natalicio editorial de un libro largamente esperado».

A continuación intervino el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Grau, Diego Nieto, exalumno de Alberdi en el colegio y en las clases de Asturianu para adultos; de alguna manera sorprendido después de tantos años por estar participando en la mesa. Quiso dejar claro su compromiso para seguir colaborando y patrocinando, desde la institución que representa, la colección que se inicia con este poemario.

Al final llegó el turno esperado del autor. Al principio de su intervención destacó: «Que este libro, mi primer poemario, vea la luz en Grau me produce dos clases de sentimientos encontrados: por un lado, la alegría, la emoción enorme, infinita, al hacerlo en este mi pueblo; por otro lado, una gran preocupación y casi temor porque no dejo de darle vueltas en la cabeza a cómo será acogido, al juicio de valor que ustedes hagan una vez obre en su poder y lean, si no todos, sí alguno de estos poemas»

Alberdi fue desgranando entre las lecturas de algunos versos el contenido de la  obra.

«Las ideas me asaltan en lugares por lo general alejados de un ordenador o de un folio. Un verso, una estrofa, me llega cuando menos lo espero, cuando le da la gana, no me pregunta. Y surgen igual en asturiano que en castellano. De ahí que el libro sea un mecigayu, una miscelánea de poemas en ambas lenguas».

El contenido del poemario consta de tres partes con un total de 94 poemas:

«La primera parte, “Deambulando entre versos/Nortiando ente versos”, son en total 41 poemas que recogen temas tan dispares como el vuelo de una mariposa, una noche en vela en una sala de espera de hospital, unos instantes en una cafetería, la mar, el río, la lluvia, la rabia ante el desamparo de la niñez en los conflictos bélicos, unas riestras de maíz en un hórreo, unos ojos, unas miradas, un atardecer, la edad, etc.

La segunda parte, “Transparencias/Al treslluz”, como yo la titulé, son 30 poemas donde en su mayor parte escribo sobre el amor, a mi mujer y a mi hija, dos de mis deidades en las que creo a pies juntillas, que con solo su presencia hacen vibrar mi espíritu, que me han acompañado la mayor parte de mi vida, que me sostienen y sin las que no soy nada.

Y la tercera parte: “A, con, para, por, sin, sobre CELIA/A, con,ensin, pa, por, sobre CELIA”, son 23 poemas dedicados a mi nieta, mi tercera diosa, con letras mayúsculas. A lo largo de ya casi diez años, mis vivencias con ella lograron que un ser como yo se transformase tras la jubilación.”

Y fue en este tercer acto cuando Celia irrumpió con una mezcla de timidez y aplomó para leer algunos versos, para llenar con esa luz infantil el corazón del abuelo poeta, de ese ser gastáu, como un día lo definió su nieta. 

El autor, ante una retrato que le hizo Eduardo Blanco/ Foto: Sánchez
Público asistente al acto/ Foto: Sánchez

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