El Pleno extraordinario del pasado 20 de noviembre celebrado en el Ayuntamiento de Somiedo dejó al descubierto una realidad alarmante: el descontrol económico y la falta de transparencia que imperan en nuestro Ayuntamiento. Las cuentas presentadas por el alcalde no solo reflejan una situación preocupante, sino que ya están teniendo consecuencias directas por la morosidad en los pagos y la mala gestión municipal. 

La cuenta general del ejercicio 2023 del Ayuntamiento de Somiedo, aprobada en ese Pleno por seis votos a favor de los concejales del PSOE y tres en contra de los concejales del Partido Popular, revela una realidad económica alarmante. Una cuenta general que, además, fue presentada fuera de plazos y sin los documentos preceptivos.   

La falta de rigor y seriedad año tras año en la gestión y ejecución presupuestaria, fruto de una total falta de responsabilidad política por parte el alcalde, han llevado a que las cuentas municipales se encuentren en una situación deficiente. Con una liquidación presupuestaria negativa en 172.248 euros y un remanente de tesorería negativo de 764.605 euros (el remanente de tesorería es negativo desde 2012).

La deficiente gestión económica de este Ayuntamiento queda en evidencia al analizar la cuenta general. Existe una alarmante brecha entre el importe presupuestado de ingresos y los ingresos realmente reconocidos, lo que pone de manifiesto una incapacidad manifiesta para cumplir con las previsiones iniciales.

A pesar de esta caída en los ingresos, lo que no disminuye sino que aumenta considerablemente son los gastos. El endeudamiento no deja de crecer: de 2022 a 2023, hemos incrementado la deuda en más de 200.000 euros, y la deuda con bancos y cajas es de 1.121.000 euros. La situación no puede ser más preocupante, ya que estamos lejos de garantizar la sostenibilidad financiera del municipio. El alcalde vende bondades que luego no casan con la realidad.

Este desequilibrio lleva al alcalde a recurrir a modificaciones presupuestarias que generan muchas dudas sobre su adecuación y transparencia. Y este no solo ignora la normativa sino que también falta a la verdad en los Plenos, ofreciendo información incorrecta.

Pese a cerrar el ejercicio de 2023 con un balance claramente negativo, y una situación económica paupérrima, el alcalde nos dio cuenta en el pasado Pleno de facturas de agosto a diciembre del 2023, de hace más de un año. Me pregunto ¿dónde estaban y en qué situación estaban a fecha de 31 de diciembre? Esto no solo evidencia una gestión deficiente, sino que también es un síntoma de una preocupante falta de liquidez. Y, ¿qué ocurre con 2024? A estas alturas estamos sin una sola factura que haya sido presentada al Pleno. Esto significa que las deudas siguen acumulándose y que los proveedores no están cobrando. 

Una vez más, desde la oposición se tendió la mano para buscar soluciones, planteamos preguntas y tratamos de obtener respuestas claras. ¿Y qué hizo el alcalde? Evadir su responsabilidad, como ya nos tiene acostumbrados. Incluso se permitió lanzar afirmaciones que no se sostienen en la realidad, perpetuando una dinámica de mentiras que solo alimenta la desconfianza hacia su gestión. 

El alcalde obra con total impunidad porque no permite que nadie controle las cuentas de Somiedo. El PP de Somiedo ha solicitado la información pertinente para esclarecer si estas prácticas se ajustan a la legalidad y si están debidamente justificadas. Pero la información no ha sido facilitada. El alcalde vulnera los derechos de los concejales al obstaculizar el acceso a la información y documentación clave para nuestra labor de fiscalización. Lo que nos obliga a tomar medidas para que el alcalde cumpla con la ley. No se trata de judicializar la política, sino de evitar que el alcalde actúe como si pudiera hacer lo que le dé la gana, porque o recurrimos a la vía judicial o él seguirá con estas prácticas. 

Esta mala gestión que se está llevando a cabo no puede seguir pasando desapercibida y debería reflejarse en las retribuciones de los responsables. Esta mala gestión bien merece una revisión de los elevados sueldos del equipo de Gobierno.