El esfuerzo vecinal logra un año más situar a Aciera como un referente en la Navidad asturiana, pero los grandes atascos obligan a buscar soluciones
Beatriz Álvarez/ Quirós
Aciera vuelve a ser el pueblo navideño que todo el mundo quiere ver en Asturias, gracias al esfuerzo y la creatividad de los vecinos, agrupados en la asociación vecinal Canor Fandos. Las luces de Navidad, que cada año se superan, han sido noticia nacional, pero precisamente ese éxito arroja una sombra sobre el encendido de las luces de este año, el problema de los atascos y el tráfico, una situación que ya se había vivido en anteriores ediciones pero que ha empeorado, con esperas de hasta dos horas para pasar Aciera y llegar a Tene, otro de los pueblos que se han sumado al esfuerzo de extender a todo Quirós la belleza de las luces de Navidad. La situación fue tan grave, con centenares de coches mal aparcados en la carretera, que incluso se pudo poner en peligro la atención sanitaria. El problema ya había sido advertido por los vecinos, que en una asamblea celebrada en septiembre propusieron soluciones, como un autobús lanzadera, aunque no hubo tiempo para la contratación por parte del Ayuntamiento. Las señales de prohibido aparcar colocadas por los vecinos de poco sirvieron ante la decisión de los visitantes de conocer de primera mano las luces navideñas que se hicieron virales por Internet y de las que se ha hecho eco la prensa nacional. Así que queda un sabor agridulce del encendido navideño, en el que se repartieron gratuitamente 26 litros de chocolate caliente.
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