Los vecinos reclaman soluciones al deterioro del recinto, mientras ADIF se ha limitado a sellar el acceso
Rafa Balbuena / San Claudio
El abandono y deterioro que sufre la estación de tren de San Claudio es un hecho patente. La situación de esta infraestructura ferroviaria, como puede verse en las fotografías que ilustran esta noticia, deja pocas dudas al respecto. Construida a comienzos del siglo XX e integrada en la red de cercanías de FEVE tras el cambio de ancho de vías en 1999, la estación atraviesa esta situación de precariedad “como mínimo desde hace cinco años”, confirma Luis Miguel Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de la localidad. Según el portavoz de la entidad, la situación es “lamentable, porque el tren sigue teniendo usuarios, pero muchos prefieren coger el autobús porque de noche el sitio “mete miedo”, no hay iluminación ni seguridad, además de que al lado hay gente que ocupa las naves de la fábrica de loza”.
Pero no es solo el entorno y los bordes de las vías; el propio edificio de la estación, que durante un tiempo tuvo unos inquilinos habitando el piso superior, ofrece un aspecto de suciedad rematado por la abundancia de maleza, las pintadas y los graffitis. Lo peor es que “en su planta baja estuvieron unos ocupas que lo dejaron destrozado”, agrega Fernández. Las imágenes de esa zona concreta del edificio que recoge este reportaje -tomadas en 2018- así lo atestiguan. A día de hoy, ADIF, heredera de FEVE, ha sellado las puertas del recinto y colocado unos carteles que prohíben el paso. Pero ahí parecen haber terminado las “soluciones”. “Muchos vecinos han escrito al ADIF para pedir que arreglen esto, pero nada, solo la callada por respuesta”, prosigue Luis Miguel. El Ayuntamiento aduce que tanto la estación como las servidumbres de paso son competencia de la empresa, mientras la maleza se adueña de todo.
[Editado tras apreciarse un error en la fotografía, el 26 de febrero a las 11,32 h.]

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