Ojo con la estafa del «hijo en apuros»: «Mamá, se me ha roto el móvil»

Pese al cerco de la Guardia Civil, siguen llegando mensajes a personas mayores para conseguir transferencias de dinero, con denuncias de pérdidas entre los 800 y los 55.000 euros

Un mensaje de SMS como el de la imagen suele ser el inicio de la cadena que culmina con la estafa

F. R. / Grau
En los últimos meses proliferan las estafas para obtener dinero de personas mayores y jóvenes. A cada timado se le ofrece un señuelo diferente. A las personas mayores suele llegarles un mensaje inicialmente por SMS que dice “Mamá, se me ha roto el móvil, este es mi nuevo número, mándame un mensaje por WhatsApp cuando recibas esto por favor”.
El siguiente paso es que la persona destinataria del mensaje entre en el guasap, mande un mensaje al timador y este le cuente que ha tenido un problema económico con una cuenta y que le transfiera una cantidad de dinero.

Para los más jóvenes el timo es a través de una llamada de un remitente anónimo, que suele ser un robot quien le plantea la posibilidad de que desde el departamento de recursos humanos de una empresa le vayan a llamar. También tiene que hacer un pago previo para hacer los trámites.

No son casos aislados. La Guardia Civil ha detenido a 102 personas en las provincias de Alicante, Barcelona, Girona, Granada, Madrid, Málaga y Valencia, a las que se les atribuye la estafa de más de 850.000 euros a 238 víctimas. Haciéndose pasar por un hijo en apuros que les solicitaba dinero, el grupo conseguía que las víctimas realizaran transferencias entre los 800 y los 55.000 euros.

En su investigación, la Guardia Civil ha localizado más de 500 cuentas bancarias de diferentes entidades utilizadas por los estafadores para transferir el dinero procedente de las estafas. También se han analizado más de 100 líneas de teléfono que habían sido dadas de alta empleando identidades falsas para cometer el fraude a través de mensajería móvil.

Las primeras denuncias se recibieron a finales de 2022. En ellas, las víctimas relataban que los autores habían conseguido estafarles grandes cantidades de dinero haciéndose pasar por algún familiar y estando en una situación complicada necesitando dinero de forma inmediata.

Según la Guardia Civil este tipo de fraude explota la confianza de las víctimas, a la que manipulan para conseguir dinero. Primero, estudian el perfil de las potenciales personas perjudicadas, con el factor común de tener un hijo emancipado, estudiando fuera o de viaje. A continuación, contactan con su persona objetivo por una conocida aplicación de mensajería móvil, haciéndose pasar por su hijo o hija. Para justificar que el número de teléfono desde el que contactan no es el habitual, apelan a que tienen un problema con su móvil.

Conexión emocional
Las conversaciones empiezan con un saludo personal, creando una conexión emocional instantánea tras la que trasladan la urgencia con mensajes de desesperación con el que provocan la reacción de protección de los padres. Captada la atención y establecida la confianza, les relatan que se encuentran en un problema sobrevenido que deben resolver inmediatamente y para lo que necesitan un pago en ese mismo momento pero no pueden acceder a su cuenta bancaria. Por este motivo, necesitan que la víctima realice una transferencia urgente al número de cuenta que los falsos hijos les facilitan. Es tal el poder de convicción de los estafadores que en la mayoría de ocasiones consiguen que el perjudicado les realice transferencias continuas de grandes cantidades de dinero.

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