La consejera, Concepción Saavedra, presentó hoy a los medios de comunicación asturianos un primer borrador, elaborado con las propuestas de 39 entidades que viven el problema en primera línea

L. S. Naveros/ Oviedo
La consejería de Salud impulsa un «pacto ético» que ayude a mejorar la salud mental en Asturias, y sirva de marco de la futura ley de Salud Mental. La consejería presentó hoy el primer borrador de este decálogo a los directores y representantes de los medios de comunicación asturianos (agencias de noticias, radio, televisión y prensa, entre ellos LA VOZ DEL TRUBIA). El documento inicial ha sido elaborado con la aportaciones de 39 entidades que viven los problemas de salud mental de primera mano, como pacientes, familiares, organizaciones de apoyo o profesionales, y fue presentado al órgano asesor, el Foro de la Salud Mental, el pasado 27 de febrero.
En esta seguna fase el borrador se ha presentado ya a patronal y sindicatos, y hoy le tocó el turno a los medios de comunicación, con una reunión de trabajo presidida por la consejera de Salud, Concepción Saavedra, y el director general de Salud Mental, Ángel López. Próximamente se presentará a la Delegación del Gobierno y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Las aportaciones se recogerán hasta el 15 de abril. El objetivo es llegar a junio con un documento ya cerrado que se pueda presentar a los grupos parlamentarios de la Junta General del Principado.
«Creemos que somos una comunidad pequeña que realmente tiene la posibilidad de hacer un cambio que beneficie a las siguientes generaciones», planteó la consejera, que en su charla con los directores de los medios asturianos enfatizó que hay problemas que se detectan en Asturias pero que son propios de todas las sociedades occidentales, como el sobrediagnóstico (tratar los conflictos de la vida cotidiana con medicación, como si fueran enfermedades mentales); el acoso en redes a adolescentes, que afecta muchísimo a su salud mental y estabilidad, o los altos índices de suicidio, en los que Asturias se asemeja a los países el Norte de Europa. «Son problemas sociales que no se pueden resolver sólo desde una consulta o desde un servicio de salud, se necesita a toda la comunidad. Creemos que empezar por generar un marco ético común, unos valores comunes, compartidos, es un paso muy importante para avanzar en ese camino».
El documento, aún embrionario, plantea y desarrolla diez puntos que los futuros firmantes se comprometen a aplicar en su ámbito de actuación, «se trata de generar una mirada, una sensibilidad común que nos ayude a avanzar», apuntó el director general. Entre los compromisos del borrador figuran: «reconocer en la persona con sufrimiento psicosocial a una persona con plenos derechos; contener los intereses de parte poniendo en el centro los de las personas con sufrimiento psicosocial; prestar atención a los prejuicios propios y ajenos; asumir que vivir duele y trabajar cansa, sin dejarse seducir por los mensajes felicitarios que nos abruman, reconocer que la diversidad en sí no es patología; asumir que todas las personas e instituciones somos a la vez parte del problema y parte de la solución; comprender que mejorar la sociedad es mejorar la salud y por ende la salud mental; comprender que cualquier abordaje de la salud mental debe ser integral, reconocer la importancia de la información y utilizar un glosario común de términos de referencia.
Durante el debate con los medios salieron a relucir las dinámicas propias del trabajo periodístico (la competencia por la noticia, la rapidez de la elaboración de la información en un contexto de inmediatez) y algunos de los periodistas presentes plantearon la necesidad de crear un marco teórico que permita a los profesionales hacer compatible la información y el bien común, en casos especialmente sensibles, como el suicidio. Se acordó avanzar en la creación de un pacto específico para la información sobre salud mental, que pueda servir a los periodistas como un manual de buenas prácticas, similar al que ya se impulsó durante la legislatura pasada sobre violencia de género.
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