Publicado el: 26 Ene 2024

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El programa, que ofrece actividades y fortalece los lazos vecinales en la zona rural, cierra un año lleno de iniciativas, desde senderismo a contar cuentos a los pequeños

Una de las actividades impulsadas por Rompiendo Distancias en los Valles del Trubia

Beatriz Álvarez / Quirós

El año 2023 ha sido un año de gran actividad para Rompiendo Distancias, un programa que trabaja en acompañar a los mayores y sacarlos de situaciones de soledad, tejiendo redes de convivencia intergeneracional que ayuden a superar situaciones no siempre deseadas.

Más de 70.000 mayores viven solos, aunque la mayoría está en las ciudades, la pandemia de la soledad en el medio rural crea un abismo aún mayor.

En el Principado el programa Rompiendo Distancias facilita la participación de las personas mayores principalmente, y de cualquier persona interesada en compartir momentos y establecer nuevas amistades en las actividades de muy distinta índole que programan, consiguiendo por una parte proporcionar a los usuarios y usuarias herramientas de envejecimiento activo y por otra meterle un gol a la temida soledad.

Así se rompen distancias desde muchos ámbitos: Gerontogimnasia, que facilita el ejercicio físico adecuado a cada participante; cuentacuentos en los colegios y escuelas infantiles del valle, ejemplo de trabajo intergeneracional; actividades más lúdicas como ser público en la televisión asturiana; senderismo que se desarrolla en dos periodos (primavera y otoño). Los mayores tienen además un profundo sentido solidario y así se involucran en actividades con gran repercusión social como es la Carrera de Galbán.

Pero Rompiendo Distancias no deja de lado la protección y la salud y siempre desde la formación, según señala la técnica de la zona, Raquel Rodríguez. Así, se facilitó la participación en el Plan de Seguridad del Mayor, con una conferencia sobre “Riesgos en domicilios, estafas, robos-hurtos”, y otros participantes acudieron a la charla-coloquio del doctor José Antonio Florez Lozano, colaborador de LA VOZ DEL TRUBIA, sobre “Higiene cerebral y longevidad: secretos para vivir más y mejor”.

A lo largo de este año recién finalizado también colaboraron en el extraordinario proyecto de La Ponte “Tierra de Mariposas”, un proyecto intercultural que recupera la memoria de la mujer rural a través del arte; otros usuarios y usuarias, aprovechando los recursos de la zona, acuden a proyectos de acercamiento de la cultura, como la Jornada de Mujeres del Paleolítico en el Museo de la Prehistoria de Teverga, la visita a la Exposición temporal “No dio puntada sin hilo” en el Museo Etnográfico de Quirós, terminando con una visita guiada al Museo Etnográfico de una gran calidad y que siempre remueve recuerdos a los participantes. Este año visitaron la Cueva del Conde y los abrigos de Santo Adriano también en colaboración con La Ponte Ecomuséu, amigos y vecinos.

Otra de las actividades fue la participación en el Proyecto de Envejecimiento Activo y Nuevas Tecnologías, creado por y para mayores de la Clínica Universitaria Inypema Living Lab de Innovación Social. Y el programa colaboró en el “Muro contra la violencia de género”. Hay quien ofreció “Modelos de Mujer” a niños y niñas favoreciendo el conocimiento de profesiones un tanto desconocidas para ellos. Y también disfrutamos de una Jornada de Periodismo Local en Quirós, contando con la colaboración de Roberto F. Osorio, cronista oficial del concejo y de LA VOZ DEL TRUBIA. Sin olvidar el tradicional trabajo en los Huertos Escolares o los talleres de memoria, algunas usuarias se atrevieron a dar vida a mujeres relevantes de la Exposición Miradas Violetas de Maspaz, siendo por un día Wangari Maathai, Dolores Ibarruri, Frida Khalo o Ahmed Tamimi compartiendo charla con los escolares; otros prepararon, en tiempo record, una representación del cuento “Los calcetines de la Navidad”. Y hasta un total de 200 personas recibieron su felicitación de Navidad gracias a la colaboración de los escolares de los colegios públicos de la zona, escuelas infantiles y también del IES Río Trubia.

“Este año además hubo cuatro grandes actuaciones, en las que el programa participó obteniendo muy gratas recompensas, lo que da una visión de la evolución del mismo para buscar nuevas alternativas a la participación”, señala Raquel Rodríguez. Entre ellas, el trabajo con los Grupos Operativos de Elaboración GOE 5 y 6 para la creación de un Decálogo de Buen Trato y Decálogo de Buena Praxis de Acción Intergeneracional, de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar. Elaboración del Decálogo “Una nueva mirada al cuidado. Desterrando Mitos”. También en junio desde el programa se participó en el II Concurso de Relatos Cortos de la Federación Asturiana de Concejos como Mención al Programa Local Rompiendo Distancias de Valles del Oso, con un extraordinario relato de Blanca Iglesias Manjón, que resultó ganador en esta categoría, titulado “Se llamaba cáncer, yo le puse de nombre tabú”, que se publicó en el libro editado para el evento. Durante el mes de septiembre y octubre participaron en el Laboratorio de Experimentación, Innovación y Producción Colaborativa de la Universidad de Oviedo TalentUOLab: un espacio de aprendizaje cuyo principal objetivo es el desarrollo de prototipos, con el Proyecto InHome, un sistema de monitorización domiciliaria para mayores, para evaluar los factores que influyen en el desarrollo de fragilidad y soledad. Se creó un grupo de trabajo capitaneado por Rubén Martín Payo, profesor del Departamento de Medicina (área de Enfermería) de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, acompañado por Eva Sánchez Díaz, profesora asociada del Departamento de Sociología, Mar Fernández Álvarez, profesora del Departamento de cirugía y Especialidades Medico Quirúrgicas (Area de Fisioterapia), Judit Cachero Rodríguez, profesora del Departamento  de medicina (área de Enfermería), Raquel Rodríguez González, técnica del Programa de Acercamiento de Servicios a las personas mayores del medio rural “Rompiendo Distancias”, Manuel Vázquez Díaz, fisioterapeuta y economista, Cristina Cachán Vega, investigadora predoctoral del grupo CROS de la Universidad de Oviedo y Anahy Domiguez Rada, estudiante de Ingeniería Electrónica. Los responsables del programa en el Valle quieren aprovechar estas páginas para agradecer la colaboración de los ayuntamientos de Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga . “Pero lo más importante de todo es que  la gran mayoría de actividades que hemos ido contando, hay gente que ha participado en todas y que quieren más. Intentaremos seguir ofreciendo calidad y calidez en todas nuestras propuestas”, señala Raquel Rodríguez. Promocionar, dar publicidad y dar a conocer este trabajo incansable supone frenar, al menos por un momento, el avance implacable de la soledad.

 

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La Voz del Trubia