URA denuncia la presencia de cánidos en el concejo y en Llanera, como ya hizo en Candamo, «la situación es límite y la consejería marea la perdiz»

Redacción/ Grau

«Aquí nunca hubo lobos, en los 40 años que yo llevo viviendo aquí, y ya mis abuelos tenían ganado. Pero hace unos años ya se empezó a hablar de daños y a mí este año en dos meses me mataron 20 animales, entre ovejas y corderos». Pablo Yusto, de Mariñes, es uno de los vecinos de Las Regueras que este sábado denunciaron el aumento de daños en un concejo que limita con Oviedo, una movilización liderada por el sindicato URA, como ya hizo en Candamo, que busca visibilizar las dimensiones de los daños de fauna salvaje y cómo afecta al campo asturiano. «Venimos a denunciar otra vez la situación insostenible, una vez más en una zona libre de lobo, que no está incluida en el Plan de Gestión, se están produciendo daños y la propia consejería los está certificando», señala Borja Fernández, coordinador del sindicato, que añade que se llegan a producir encuentros con vecinos, «es un peligro». Fernández acusa al Gobierno regional de «marear la perdiz» y pide un cambio en la Consejería de Medio Rural, «que se ponga a alguien que de verdad quiera actuar. En Asturias, según los datos que han dado, se han abatido 11 lobos, y en Cantabria en el mismo periodo 312. Algo falla y el campo está llegando a una situación límite».