La semana cultural arrancó con la visita de la presidenta de la Comunidad de Saharauis residentes en Asturias, Fatimetu Behcri, a los niños del colegio Príncipe de Asturias
La recaudación del mercadillo escolar se destinará a los campamentos, al Banco de Alimentos y a la Asociación Matumaini
Esther Martínez/Las Regueras
La presidenta de la comunidad de Saharauis Residentes en Asturias (COSARA), Fatimetu Behcri, acompañada de otras dos mujeres de dicha asociación enseñó esta mañana a los niños del colegio público de Las Regueras todos los secretos de la ceremonia del te y de su elaboración con agua, azúcar y hierbabuena, una deliciosa bebida que después se pudo degustar. También les revelaron sus secretos en la elaboración del cuscús y en los tatuajes con henna, que utilizan en ocasiones especiales.
Este fue el primer acto público de la Semana Cultural que hoy se ha inaugurado en el colegio Príncipe de Asturias, además del mercadillo solidario en el que solo pueden participar los alumnos y en el que la recaudación irá destinada al Banco de Alimentos, el pueblo saharaui y la Asociación Matumaini.
Si la ceremonia del té entusiasmó a los chavales, más aún emocionante fue el momento en el que los vistieron con la “malfa” y otras prendas de su indumentaria tradicional.
Dylsia de la Cera, vocal de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, una reguerana comprometida con la causa de este pueblo y que ha estado recientemente visitando el campamento de El Aiún, y el también vocal Carlos de la Parte ofrecieron una pequeña charla sobre la historia y situación del Sáhara, que fue más un coloquio, ya que los pequeños querían saber las costumbres, el tipo de colegios y cómo eran los juguetes y la vida en el desierto.
Les hablaron de la historia del Sáhara desde que fue provincia española y de los 41 años que este pueblo lleva refugiado en el desierto de Argelia.
Una de las anécdotas que más impactó a los niños y niñas del colegio fue el hecho de que las cabras del desierto se alimentaran de cartón.
Dylsia de la Cera les habló de la importancia de la mujer en la sociedad saharaui y de su papel en los cargos importantes, que llega a un 40%, así como del respeto por los mayores y la solidaridad y la unión entre las familias.
“Los niños no tienen juguetes, tienen arena y mucha imaginación; con los pocos recursos de los que disponen se fabrican sus propios juguetes con malfas viejas, cartones y cualquier otra cosa. Nada es propio, todo se comparte, escriben en las libretas a lápiz y cuando se acaba la borran y vuelven a escribir. Están acostumbrados a vivir en la calle y los coches se apartan de los niños, no como aquí; por eso cuando vienen a España les resultan tan impactantes nuestras costumbres y nuestras normas. ”
Este verano unos 250 niños serán acogidos en Asturias y unos 5.000 en toda España aunque la crisis ha hecho que las familias acogedoras hayan disminuido considerablemente. “Tenemos suerte que en Asturias los ayuntamientos sigan costeando el viaje para que puedan pasar el verano aquí”, concluye Carlos de la Puente.
Al finalizar el acto todos los asistentes fueron obsequiados con el libro de Gonzalo Moure, “Un mar de lágrimas”, un cómic con ilustraciones de Félix Flórez que explica fielmente la vida de la “hamada” y su historia.
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