Publicado el: 13 Abr 2017

Fapas achaca la muerte del osezno de Somiedo a la presencia humana

Denuncia la realización de excursiones sin ningún control por espacios protegidos, que se difunden por Internet y alteran a la fauna salvaje

La organización conservacionista pide al Principado que proteja las áreas de reproducción para evitar molestias a las osas

El esbardu que apareció muerto en Somiedo a principios de abril

Redacción/Grado

El Fondo de Protección de la Naturaliza (Fapas) considera que la muerte del osezno hallado en el parque natural de Somiedo está relacionada con la presencia humana en las áreas de reproducción, y denuncia la realización de excursiones sin ningún control, por áreas sin señalizar, que se difunden por Internet y están causando daños a la población osera. Por ello, reclama al Principado que revise las áreas críticas,  aquellas en las que hay identificada población y donde puede haber osas criando, para establecer un mayor nivel de protección. Según Fapas, pese al aumento del número de ejemplares éstas áreas críticas no se han revisado desde hace 12 años.

«Un nuevo ejemplar de una pequeña cría de oso pardo ha aparecido muerta en un sendero en una zona forestal, dentro del Parque Natural de Somiedo. Hace dos años, otro osezno apareció muerto a 20 metros del localizado este año», señala Fapas en un comunicado difundido en su página web. Se trata de una zona, destaca la organización conservacionista, «de gran valor ecológico», que debería ser declarada área crítica. «Las áreas críticas son las zonas de reproducción y alimentación de los osos. En ellas es necesario regular las actividades humanas para evitar molestias a los osos, en especial en las áreas de reproducción. Desde hace 12 años, la Administración de Asturias se niega a modificar las áreas crítica ya establecidas. El aumento de la población de osos implica que haya nuevas áreas donde es necesario establecer las medidas de protección del hábitat del oso pardo más adecuadas», reclama Fapas.

A su juicio «este nuevo osezno muerto parece que está directamente relacionado con las molestias que las osas reproductoras están sufriendo por parte de excursionistas y senderistas que realizan nuevas rutas en plena naturaleza sin ningún control. Se está generalizando la realización de rutas que posteriormente son colocadas en Internet para el uso público. Una moda que puede tener graves consecuencias para la conservación de los osos. Rutas totalmente ilegales por estar trazadas en áreas protegidas o rutas salvajes que incitan a los excursionistas a salirse de los caminos y descubrir los secretos de la naturaleza, rompen con la necesaria tranquilidad que la fauna salvaje, en especial los osos, precisan para su reproducción», concluye Fapas, que cuestiona las medidas adoptadas por el Principado para mejorar la protección del oso pardo.

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