Publicado el: 07 May 2017

Manolo, del JR a La Caverna

Por Fernando ROMERO

Manolo deja La Caverna. Hoy es su último día, después de casi once años de exitosa trayectoria en este establecimiento. Y es que este hostelero simpático, bonachón y amigo de sus amigos, llevaba muchos años en la brecha. Me conoció cuando yo tenía cinco años y él  14 años, por lo que apenas tengo memoria de ese primer encuentro, aunque él sí. Trabajaba de botones en el JR, un pub de estilo inglés que abrió mi padre Juan Romero, ya fallecido, en torno al año 1970, en Oviedo, en la calle Independencia. Treinta y seis años después él me reconoció en Grado y me explicó que mi padre fue la primera persona que le contrató, iniciando así una vida laboral que hoy finaliza. Un día, tomando un vino en La Caverna me enseñó el documento de su vida laboral en donde aparecía el nombre de mi padre como su primer empleador. Para mí fue emocionante.

Desde entonces nos hemos visto en numerosas ocasiones, tanto en su local como en Grado, pues Manolo es una persona muy activa socialmente. Un accidente y posterior operación de cadera le ha ocasionado ahora una incapacidad laboral para trabajar en la hostelería. Ya se le veía en los últimos meses moverse con cierta dificultad, aunque siempre manteniendo la buena planta, el humor y la sonrisa, su sello más personal. Ahora, después de casi cuarenta años trabajando, Manolo se retira y, a buen seguro, no desaprovechará el tiempo, pues es hombre inquieto y con iniciativa.

La Caverna ha sido en los últimos años un referente de la gastronomía de la comarca. Un lugar agradable, acogedor, en un entorno único como Grullos, en donde además de comer bien y a buen precio, siempre había conversación con Manolo o con Carmen y con sus empleados.

Nunca conocí a una persona con el carácter de Manolo, risueño, bromista, simpático y además un profesional como la copa de un pìno. Le echaremos de menos en La Caverna, aunque nada más, porque vamos a seguir disfrutando de su presencia en otros contextos más relajados, al menos para él.

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