Publicado el: 30 Jun 2017

La sabiduría de una piedra plana a la sombra

Por Luis GARCÍA DONATE

Recién liberado de las obligaciones académicas, por fin puedo disfrutar de un poco de tiempo de ocio. Parece que no, pero se agradece. Así que aquí me encuentro, en las onduladas colinas de mi propia versión de Roma, Perlín. Un día descubrí que, en efecto, teníamos siete colinas. Un entorno tranquilo y bucólico que permite que la mente discurra a sus anchas dando pie a reflexiones de lo más variopinto, que ocuparán mi pluma en los meses venideros.

Nacido y criado en estos parajes, soy más trubieco que la fábrica. Al pasar mi infancia en un pueblo, tuve ocasión de asistir a un fenómeno, a mi entender tan antiguo como el mundo mismo, que acontecía cada día. Los paisanos se reunían todos en algún lugar agradable, una piedra buena a la sombra (no somos sibaritas para los asientos) y allí hacían tertulia sobre cualquier tema candente: fincas, el tiempo, la política, el ganado, algún animal montuno que diese problemas…

Siempre había ocasión de aprender algo. Recuerdo que yo asistía a ello atento. Ahora participo más activamente y creo que, en cierta medida me hizo como soy, un conversador agudo e incansable. Además aprendí a hacer algo que hoy, por desgracia ,está en desuso, respetar el turno de palabra.

En conclusión, la sabiduría no siempre sale de los libros. A veces solo basta con escuchar. Quizás enseñen más diez minutos sobre una piedra a la sombra de un fresno en buena compañía, que veinte años en la universidad contando moscas. Se aprende en cualquier sitio, solo se necesita escuchar.

Comentarios:
  1. canario dice:

    Como antiguo propietario y colaborador incansabe de esa piedra lisa (antes llamado «EL PARLAMENTO») Doy fe de tal relato, no solo es autentico y real, tambien es pura realidad y entre lineas se deja ver algo que hoy dia falta mucho entre la juventud, RESPETO.
    Querido Luis FELICIDADES, ya tienes mas de Paisano que de simple adoñescente

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