Los residentes del centro de mayores de Quirós piden apoyo para sus cuidadoras
Una de las usuarias, Carmen Barco, impulsa una recogida de firmas: «No dan abasto»
Carmen Barco, la residente que ha iniciado la recogida de firmas/ Beatriz Álvarez
Beatriz Álvarez/Quirós
No dan abasto y están agotadas. Los residentes del centro de mayores de Bárzana, en Quirós, aseguran que sus cuidadoras son estupendas, pero que en algunos turnos están superadas por la carga de trabajo. Una de las usuarias, Carmen Barco, ha comenzado una recogida de firmas para conseguir que se refuerce el turno de tarde en dicha residencia.
En la actualidad desde las 15.00 de la tarde hasta las 22.30 son solo dos las auxiliares que quedan a cargo de los 42 residentes del centro. En este turno han de dar las meriendas y las cenas, acostar a los residentes no válidos y solucionar los posibles incidentes imprevistos que puedan ir sucediendo a lo largo de la tarde. Dos son también las auxiliares que hacen noches.
Carmen Barco (que insiste en que es feliz en Quirós, donde lleva viviendo cuatro años y está perfectamente integrada) buscó ayuda para redactar el documento que ha empezado por dar a firmar a sus compañeros. «El trato es excelente, las trabajadoras son atentas y muy cariñosas, pero no dan abasto, están agotadas y, realmente, así no se puede trabajar. A ver si así conseguimos algo.» La recogida de firmas va a extenderse a las familias y a los vecinos de Quirós pues el buen funcionamiento del centro repercute en todo el concejo, no en vano se trata del lugar de trabajo que emplea al mayor número de personas de la zona.
Fuentes consultadas por este medio manifiestan que residentes, familias y trabajadores son conscientes de la carencia de medios personales para dar el servicio y cuidado adecuado a los mayores, pero todas las veces que esto se ha denunciado, manifestando la necesidad de contratar más personal o bien no se les han hecho caso o bien el cauce utilizado no ha trasladado la queja a la empresa que gestiona la residencia.
La residencia es del ERA, pero con gestión indirecta. Esto es, los residentes entran como en cualquier otro centro del ERA, pero una empresa privada lleva a los trabajadores.
