Publicado el: 24 Abr 2019

La madre de la menor que sufrió abusos en Grado acepta dos años de prisión

El principal acusado no se presentó al juicio, previsto para hoy, por «motivos acreditados de salud»

Redacción/Grado

 

La madre de la menor con discapacidad intelectual acusada de consentir abusos sexuales a la niña por parte de un vecino de Grado aceptó hoy una condena de dos años de prisión, retirada de la patria potestad durante cuatro años y libertad vigilada por otros cuatro. El juicio, señalado esta mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, se desarrolló únicamente para ella, ya que el presunto autor de los abusos no se presentó por motivos acreditados de salud, informa la Fiscalía, con la que la acusada alcanzó un acuerdo de conformidad.

La menor nació en 2003 y padece una discapacidad intelectual leve. Cuando fue examinada en junio de 2016 por el psicólogo forense arrojó unos resultados en las escalas de maduración equivalentes a una niña de 7 años.

La mujer reconoció que, sobre las 16:00 horas del 19 de enero de 2016, cuando la niña tenía 10 años, se encontró con el otro acusado frente a un bar de Grado. La mujer entró sola en el establecimiento, dejando a su hija en compañía del hombre, siendo totalmente consciente de que éste iba a realizar actos de naturaleza sexual con la menor.

Según admitió la mujer, el acusado llevó a la menor detrás de su camión, que tenía aparcado muy cerca del bar, y allí estuvo durante 10 minutos abrazando a la niña y realizándole tocamientos. Algunos clientes que estaban en el local, así como la camarera del mismo, salieron fuera a ver lo que estaba ocurriendo, quedando la madre de la menor sola dentro. Tampoco reaccionó cuando varios de esos clientes que habían salido volvieron al establecimiento relatando lo que habían visto. En un momento determinado, la mujer salió tranquilamente del bar, se dirigió a donde estaba su hija con el otro acusado y se la llevó sin hablar para nada con él ni preguntarle qué había pasado y sin hacerle recriminación alguna. La mujer padece, al igual que su hija, una discapacidad mental leve, que disminuye en esa misma intensidad sus facultades intelectuales y volitivas.

La mujer reconoció ser autora, por comisión por omisión, de un delito de abusos sexuales a menor de 16 años. Según señala la Fiscalía, «concurre la atenuante de reparación del daño (abonó una responsabilidad civil a su hija, en la persona de su padre como representante legal, de 1.500 euros, conforme con la acusación particular) y la atenuante por analogía de anomalía psíquica», aceptó la condena y pagó un tercio de las costas del proceso penal.

 

 

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