Publicado el: 23 Feb 2021

Privilegios y abusos

Gustavo A. Fernández

[La Mosquitera]

Como creo firmemente que todos somos iguales, con los mismos derechos y obligaciones, no entiendo ni soporto a los que pretenden que se les trate de forma diferente. La palabra privilegio debería estar borrada de nuestro diccionario. Mi último berrinche es por los jetas que se han vacunado contra el coronavirus saltándose la cola, me da igual que sean políticos, cargos públicos, sindicalistas, el rey, el cura, el amigo de turno o personal sanitario al que aún no le correspondía. La actitud y los actos de estos sinvergüenzas son tan despreciables como los que roban, aceptan sobornos o aprovechan hasta la muerte de los demás para privatizar y hacer negocio. Pero no nos equivoquemos, no sólo los señoritingos y poderosos se aprovechan de su posición, igual de criticables me parecen los caraduras que abusan de derechos, pagas y conquistas sociales que tanto han costado conseguir. Convivimos con vagos, ladrones y maleantes a los que no puedes decirles nada por miedo a que te acusen de racista, clasista o misógino. Pero insisto, creo tanto en la igualdad de todos como en que alguien puede ser un cabrón independientemente de cual sea su estrato social, raza, orientación sexual o creencias religiosas. Todos nosotros, a lo largo de nuestras vidas, estaremos muchas veces en posición de poder frente a otros. Desde que somos niños en el colegio, unas veces nos tocará ser el fuerte y otras el débil, pero eso no implica necesariamente ejercer de abusón o de víctima. Nuestra ventaja podrá ser física o mental; se dará en nuestro ámbito laboral, en el deporte, en casa con la familia o simplemente cuando hablemos con otra persona de un tema que no domina. La forma en la que actuamos en esos momentos en los que tenemos el poder, es la que separa el grano de la paja.

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