Publicado el: 22 Jul 2022

Baldy, el candamín que inmortalizó Higgins

Candamo homenajeará en septiembre al teniente López, descendiente de un emigrante de San Tirso, considerado un héroe nacional en Estados Unidos por la guerra de Corea

La mítica foto de Baldy de Maggie Higgins.

Esther Martínez / Candamo

El hecho de que la fotógrafa Maggie Higgins haya ganado un premio Pulitzer en 1951 es un hecho histórico, ya que ese año fue la única mujer entre varios hombres que consiguió el galardón. En aquellos tiempos, una reportera de guerra no era habitual pero consiguió que la enviaran a Alemania. Fue una de los dos reporteros que fotografiaron la liberación del campo de concentración nazi de Dachau, el 29 de abril de 1945.

Cinco años después estaba informando desde el frente de batalla de Corea. Era la jefa de la oficina de Tokio del New York Tribune y fue enviada a Seúl solo dos días después de la invasión de Corea del Sur por parte de Corea del Norte.

Una de las fotografías que le valieron el Pulitzer es la de un hijo de un candamín de San Tirso: la icónica foto del teniente López escalando un muro durante el desembarco de Incheon. Baldomero López lideraba un pelotón de infantería de marina sobre el malecón en el lado norte de Red Beach en la segunda ola de asalto, el 15 de septiembre de 1950. López murió en acción, mientras asaltaba un búnker norcoreano y protegió a sus hombres, haciendo que una granada enemiga, estallara en su cuerpo.

El marine de origen candamín había nacido en el barrio de inmigrantes, Ybor City, Tampa (Florida), en agosto de 1925. Era hijo de Baldomero López,( hijo de Juan López de San Tirso y de Rafaela Álvarez de San Román de Candamo) y de Frances López, de Tampa, ambos trabajadores de la industria tabaquera de la ciudad. El «barrio Candamo» fue un populoso enclave dentro de Ybor City, donde vivían los emigrantes del concejo.

López fue el primer hijo de emigrantes hispanos que consiguió a título póstumo las mayores condecoraciones del ejército de EEUU. El mismo general McArthur y el presidente Truman, escribieron a sus padres para comunicarles su muerte y lamentar su pérdida.

Baldomero López asistió a la escuela secundaria de Hillsborough, donde fue un consumado jugador de baloncesto.  Se alistó en la Marina de los Estados Unidos el 8 de julio de 1943, poco después de graduarse de la escuela secundaria, y sirvió hasta el 11 de junio del año siguiente. Fue seleccionado para asistir a la Academia Naval de EE. UU. en medio de la Segunda Guerra Mundial.

En 1948 López viajó a China, donde fue comandante de sección de morteros y como comandante de pelotón de fusileros en Tsingtao y Shanghai. A su regreso de China fue asignado a Camp Pendleton, California. Después del estallido de la guerra de Corea se ofreció como oficial de infantería en Corea. Fue ascendido al grado de primer teniente el 16 de junio de 1950. La víspera de su muerte escribió a su hermano Joe y a su padre, pidiéndoles unos buenos puros tampeños y recordándoles que su misión había sido voluntaria.

Tampa ha honrado a López de muchas maneras. Lleva su nombre, un complejo de piscinas en West Tampa, una escuela primaria en Seffner una residencia de ancianos para veteranos en Land O’ Lakes, un carguero militar y un monumento a la Guerra de Corea en Tampa.

Sus descendientes que viven en Texas, Tampa y Hawai, han facilitado decenas de fotos y documentos para este artículo. Uno de sus primos, Manuel, es actualmente el único que conoció personalmente a Baldy, como se le conocía familiarmente. «Era hijo de un inmigrante de Candamo que fue a la Academia Naval de los EE. UU. Él nos inspiró a ir a la escuela y tener éxito». «Estamos siempre orgullosos de él», afirma su sobrino, Mike López, residente en Fort Laudeale (Florida).

El teniente López.

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