Publicado el: 19 Sep 2022

La sidra casera reina en Salas

José Luis Díaz Blanco, de Godán, se hizo con el primer premio del concurso salense, que convirtió a la villa en una fiesta y dio fe de las posibilidades del concejo para producir la mejor sidra

Ambiente en Salas en el II Concurso de Sidra Casera del concejo/ A. P. F.

Javier Pérez Fernández, de Casa Javier/ Salas

La plaza de la Iglesia de Salas acogió ayer, 18 de septiembre, el “II Concurso de Sidra Casera del Concejo de Salas”. El evento congregó a 15 productores, representantes de gran parte de las parroquias sidreras del concejo. Se respiró un ambiente festivo de confraternización entre vecinos. El jurado calificador se instaló en un escenario colocado al final de la plaza, mirando de frente a los puestos donde los escanciadores ofrecían sidra a los visitantes de la prueba, informando siempre de qué productor era cada botella. Los vasos conmemorativos con la serigrafía oficial del certamen se vendían en el primer puesto de acceso al recinto, lo que daba derecho a degustar toda la sidra que quisieses. Todos los participantes destacaron lo propicio de la iniciativa, que se está consolidando como un evento de referencia en Salas. El marco idílico, en el entorno de la Colegiata de Santa María La Mayor, el buen tiempo, la afluencia de participantes y las ganas de pasar un buen rato, hicieron de la jornada un día para el recuerdo.

Los concursantes, diferenciados zonas de producción, fueron: de Villazón, Gonzalo Peláez, de Casa Tino Allence; de Godán, José Luis Díaz, de Casa Genaro; de las Gallinas, Víctor Fernández y Nati Pérez, de Casa Víctor; de Villarmor, Evaristo Rodríguez, de Casa Félix; de Santa Eufemia acudieron dos representantes, Aníbal Fernández, de El Bravín, y Teo Fernández, de Casa El Congo; de La Arquera, Enrique Martínez y Verónica de Jesús, con Sidra La Boliega, de Casa Chapelo; de Linares, Jaime Menéndez, de Casa El Diestro; Otero, al igual que Santa Eufemia, contó con dos casas sidreras, Marcos Rodríguez, de La Casona, y Sira Fernández, de Casa El Maño; de Eiros, Pilar Martínez, de Casa Anxelón; de Cornellana, Eladio Menéndez, de Casa Valcaire; de Bárcena, Julián Ranz, de Casa Ensueño; de Villamar de Abajo, Javier Fernández, de Casa Conde; y por último, de Salas, los hermanos Tarquino y Arturo Menéndez, Beatriz Vallejo y Joaquín Suárez, con Sidra El Callejón.
Nuestro concejo cuenta con una dilatada trayectoria en lo que a producción de sidra se refiere, ya que cuenta con una ubicación estratégica para la elaboración del preciado néctar. La altitud media del territorio, que ronda los 350 metros sobre el nivel del mar, nos protege de la crudeza invernal. La ligera inclinación de las pumaradas, que facilita la entrada de sol a todos los árboles, aporta el dulzor y la graduación ideal. La cercanía relativa a la costa regula las temperaturas. Los sustratos del suelo, abonado desde hace lustros con material orgánico procedente de la cabaña ganadera, aporta los nutrientes necesarios para preservar la salud de los frutales. La abundancia de ríos, que discurren por los valles y laderas de la geografía salense, dotan de un grado de humedad óptimo al suelo. Todo ello, unido al saber hacer de los lagareros del concejo, da como resultado un producto de gran calidad.

Si echamos la vista atrás, cabe destacar la existencia de un importante lagar industrial ubicado en Camuño, propiedad la familia Batenero, que comercializó durante años sidra de distintos tipos bajo el nombre comercial “La Camuñesa”, dando trabajo a los vecinos de la zona y llegando a gozar de gran prestigio por su calidad y esmerada elaboración. En la sidrería “El Ferroviario”, de la Calle Gascona de Oviedo, aún se puede ver un cartel anunciador de esta empresa en la pared del comedor. Aunque la citada industria abandonó la producción hace décadas, puede que este tipo de certámenes animen el espíritu emprendedor, dando de nuevo el salto al mercado de la sidra de Salas. La existencia de “llagarones” en nuestro concejo son testigos de la gran capacidad de producción de los manzanos salenses, como el “Llagarón de Casa Visita”,
una centenaria construcción de madera ubicada frente a la Capilla de San Roque y la Casa de Xanzo, con capacidad para producir 2500 botellas de cada vez. Este lagar procesaba las manzanas multivarietales recogidas en La Pumarada Fontenester. En esta edición las tres sidras premiadas fueron: con el primer puesto, José Luis (Godán); con el segundo, Jaime El Diestro (Linares); y con el tercero, Aníbal del Bravín
(Santa Eufemia). Enhorabuena a los ganadores y a todos los participantes y organizadores del evento. Todo lo que ensalce el valor de nuestro patrimonio y nuestras tradiciones es un revulsivo para el desarrollo, tanto económico como social.

Los participantes con sus diplomas/ A. P. F.

El alcalde, Sergio Hidalgo, y miembros de la Corporación en la fiesta de la sidra casera

 

Los ganadores del certamen

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