Finaliza la excavación del Rellán, donde se recuperaron 61 cuerpos
María Luisa Flórez, de 97 años; Josefa Quiñones, de 95, o Concepción Sanchez Ramos, hermana de ‘Rivi’ y que tiene un abuelo desaparecido, acudieron ayer al acto final de la exhumación de la fosa, donde esperan hallar a sus seres queridos
Familiares depositan rosas sobre los últimos restos humanos descubiertos en la fosa
Esther Martínez/ Grau
María Luisa Flórez a punto de cumplir 97 años, natural de Vigaña (Grao), esperaba sentada en primera fila, para depositar una rosa roja en la trinchera, donde quizá uno de los cuerpos exhumados fuera el de su padre, Castor. En la última campaña, también estaba Sabino Fernández, esperando a que uno de ellos fuera su padre, pero Sabino murió el pasado año a los 90 años y no pudo ver el final de esta exhumación que finalizó ayer, con un acto de homenaje a los sesenta y un cuerpos allí encontrados, bajo los cimientos de lo que fue una cuadra de cerdos, en la finca denominada La Chabola a orillas del río Cubia. Entre los presentes en el acto, Concepción Sánchez Ramos, hermana de “Rivi”, cuyo abuelo Herminio, natural de Carbayín y casado en Riviellas, fue uno de los encerrados en el chalet de Patallo y fusilados en esa zona. También Josefa Busto Quiñones, de Bayo y de 95 años, que allí mismo sus hijas le explicaron que debía facilitar una muestra para el posterior análisis que pudiera determinar que su A.D.N. era compatible con el José Antonio, su hermano de 18 años, al que fueron a buscar a casa y sospecha que fue asesinado en ese lugar. Alicia Ruiz, esperaba lo mismo para saber si su tía Amparo, a la que fusilaron con 20 años, era una de aquellos cadáveres despojados de dignidad que yacían en la fosa de El Rellán, un lugar trágico donde se sucedieron las ejecuciones extrajudiciales, perpetradas por la represión franquista tras la caída del frente de Asturias.
Siguiendo el acto estaba José Luis Trabanco, alcalde de Grao. Los miembros del equipo de la A.R.M.H. explicaron como comenzaron este trabajo hace unos años, y agradecieron a vecinos, familiares todo el apoyo y la confianza depositada en la asociación y al ayuntamiento “siempre dispuesto a echar una mano, como uno más”. El trabajo ha finalizado, con la recuperación de sesenta y un cadáveres, de los cuales veinticuatro han sido hallados en esta última intervención. El arqueólogo Serxio Castro, explicó que los restos encontrados este año, coinciden en características con los de otras campañas, con tiros de gracia, con numerosos casquillos en los cuerpos, hasta cuatro disparos de pistola en la cabeza en algunos casos. Por su atuendo se sabe que había civiles y militares.
Respecto a los objetos hallados estos días, un mechero con monedas, pasta de dientes, peine, una cadena de plata con medalla de la Virgen de Covadonga, pluma estilográfica, gemelos de oro y duros de plata de la época, boquilla de tabaco, etc. Los restos encontrados serán enterrados en el cementerio de Grao, en un panteón, cedido por el Ayuntamiento de la villa. La identificación de los cuerpos no es tarea fácil, por las condiciones de humedad de la zona.
En los trabajos han participado una docena de voluntarios de A.R.M.H que en esta ocasión han exhumado cuatro fosas, con seis, diez, cuatro y cuatro cuerpos respectivamente. En total son setenta metros de trinchera los intervenidos.
Uno de los cuerpos lozalizados en la fosa moscona/ Esther Martínez
