“Seguiré con la gente que yo valoro y la que me importa. El resto no existe en mi vida”. Venero esta filosofía de vida, la filosofía de una mujer que supo enfrentarse a la muerte y logró vencerla con inteligencia y valentía. Se le acercó la parca disfrazada, en un acto cobarde, violento y machista, merecedor de una repulsa unánime, sin ambages, peros, o cualquier comentario que distraiga un ápice la atención de lo que es en esencia una agresión brutal enmarcada dentro de la violencia de género.