El Ayuntamiento de Oviedo ha dado luz verde al derribo de la antigua central eléctrica de la factoría, tras obtener permiso para la demolición de Patrimonio y de Defensa
Redacción/Grado
El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, visitó esta mañana la fábrica de armas de Trubia, un recorrido en el que estuvo acompañado por el delegado de Defensa en Asturias, el coronel Juan Luis González Martín, y representantes de Santa Bárbara Sistemas, que le mostraron las instalaciones y le explicaron el impacto que tendrá en el empleo el contrato del 8×8, que tras ser autorizado por el Consejo de Ministros espera aún por su firma definitiva, que se prevé para agosto. El alcalde ovetense, que en numerosas ocasiones ha destacado la importancia de este contrato para el empleo en Oviedo y en Asturias, recorrió la factoría trubieca, que visitaba por primera vez, la misma semana en la que el Ayuntamiento ha dado luz verde al derribo de la antigua central eléctrica de la fábrica, una demolición polémica por afectar a patrimonio industrial y que fue paralizada por el anterior equipo de gobierno. La licencia municipal de demolición llega cuando la empresa cuenta con todos los permisos: de la propiedad del inmueble, el Ministerio de Defensa; de la Consejería de Cultura, que recientemente rebajó la protección de la factoría trubieca, manteniéndola para los edificios y elementos más singulares. Sobre la central eléctrica de la fábrica se pronunció el Consejo de Patrimonio, que autorizó la demolición por entender que no se trata de un elemento singular, aunque sí obligó a documentar con un informe histórico y arquitectónico el edificio. La empresa necesita el espacio ahora ocupado por la antigua ‘centralilla’ para ampliar los vestuarios, que en la actualidad ya son escasos para la plantilla, y que no tienen capacidad para absorber al nuevo personal que entrará a trabajar con el contrato del 8×8 y otros proyectos que tiene en cartera la empresa. Las obras de demolición y ampliación de los vestuarios se acometerán de forma inmediata, una vez que se obtenga el permiso de Carreteras para cortar durante unos días un carril, para evitar riesgos por la posible caída de cascotes durante los trabajos de demolición.
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