La Ponte presenta ‘Cuadiernu’ en donde se publican los resultados de una encuesta sobre la herencia cultural
La revista, publicada por primera vez en papel, tiene vocación científica y de investigación
F. Romero / Santo Adriano
El ecomuséu La Ponte de Villanueva de Santo Adriano presentó anoche su revista Cuadiernu de difusión, investigación y conservación del patrimonio cultural, en donde recogen artículos de carácter científico y divulgativo. En uno de ellos, que ayer presentó su autora Manuela Fernández, se publica el resultado de una encuesta entre los vecinos de Santo Adriano sobre su patrimonio histórico y cultural. «Para mi sorpresa la gran mayoría de los vecinos conocen su patrimonio, creen que está mal conservado y piden su mejora».
Manuela Fernández, integrante de la Asociación de Vecinos de Villanueva, repartió un cuestionario en donde se pregunta sobre 20 bienes culturales y su grado de conservación. También preguntó por la Senda del Oso «y aquí el cien por cien de los encuestados nos dijeron que está mal conservada y que necesita rehabilitarse». En donde hay menos información es en el legado prehistórico. Los dos abrigos prehistóricos del concejo son menos conocidos por la población local «y sin embargo pasa lo contrario entre los círculos académicos. Parece que cuando algo tiene un valor científico la Administración echa el cierre y los vecinos se quedan sin saber lo que tienen, excluyéndoseles en la toma de decisiones», explica Fernández.
El director de la revista Jesús Fernández, profesor de la Universidad de Oxford y miembro de La Ponte, explicó que era la primera vez que se hacía la revista en soporte papel (los dos números anteriores fueron digitales) y que el objetivo de esta publicación anual es dar salida a trabajos científicos. Apuntó que está a medio camino entre lo científico y lo divulgativo, siempre en relación con el patrimonio cultural.
Fernández dijo que Cuadiernu es un «trabajo colectivo» y agradeció al Ayuntamiento (el alcalde Jesús Muñiz acudió al acto), a la Fundación Valdés Salas y a otras entidades que colaboran (entre ellas a LA VOZ DEL TRUBIA) su apoyo, e invitó a los vecinos y científicos «interesados en nuestro patrimonio» a colaborar con la revista.
Margarita Fernández Mier, arqueóloga que es entrevistada en este número, explicó que llevaba 20 años trabajando en los Valles del Trubia «una de las zonas de Asturias en donde hay un mejor conocimiento histórico medieval, aunque la información esté un tanto deslabazada y le falte estructura». Para Mier, Santo Adriano es un concejo en donde se puede seguir la evolución de la histórica de la Asturias rural.
Por su parte Carmen Pérez Maestro, del comité de redacción de la revista, habló de uno de los artículos cuya autora Marlenne Gildemieister Flores,no pudo estar presente dado que reside en Perú. El artículo se titula «Re-conociendo el patrimonio cultural de lo cotidiano: el caso del tramo Vilcashuaman-Pisco (Perú)». Se trata de un proyecto sobre el camino inca desde Argentina hasta Ecuador y en donde cada país gestiona su tramo con la participación de técnicos, sociólogos y antropólogos. «El proyecto es una puesta en uso social del patrimonio y a partir del trabajo horizontal». Habló del «recelo» de los vecinos a las ayudas de la Adminitración y explicó que las cuestiones arqueológicas se deciden en asamblea, «algo que nunca se hizo en España».
También intervino en la presentación de Cuadiernu Juan Gaspar Leal Valladares, quien publica un artículo sobre el «Origen y desarrollo de la naturaleza campesina en el bajo Tajuña. El caso de Perales». Leal se muestra partidario en la investigación histórica de los métodos de autogestión. Este arqueólogo y «hortelano» es un agricultor ecológico de la provincia de Madrid y describió un «paisaje arrasado por la onda expansiva de la gran ciudad». Participa en una comunidad de campesinos sobre un sitio abandonado «haciendo un colchón humano para poder dedicarnos a la agricultura desde lo cercano». Añadió que en su trabajo hizo un estudio que consiste en un recorrido por la historia, «un paseo por el campo con conversaciones con los vecinos más mayores».
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