Por Loli GALLEGO
Proaza
Fue en 1986 hace ahora treinta años, cuando un grupo de personas viendo las posibilidades de dar a conocer este concejo nuestro decidieron formar una asociación cultural a la cual le dieron el nombre del desfiladero más agreste y hermoso de toda la comarca del Trubia “Peñas Juntas” implicaba también que juntos y unidos con los mismos ideales se podía hacer de este valle de Proaza y sus pueblos un atractivo trabajo de divulgación de todos sus recursos y, son muchos: recogiendo a través de la memoria popular todas aquellas actividades ya casi olvidadas pero que permanecían frescas en las mentes de las personas más ancianas del municipio.

Y así comienza la andadura de esta sociedad cultural al frente de la cual estaban, Mª Fernanda, Sabino, Olegario, José Luis (el de la Caja), Montse, José Balbino Loli y otros colaboradores como Oliva, Marina, Fina, Amado,Vicente el de Rita, Camilo, Joaquina y Rita y muchos más que con la ilusión de que en Proaza hubiera algo que nos representara a todos pusieron su trabajo desinteresado y su empeño personal,para que fuera un hecho.
Tuvo una gran aceptación y con el trabajo de todos los socios llegó a tener trescientos veinte. Se comenzó a construir un local social, el que existe a lado de la Central.
Se organizaron excursiones, carnavales, cabalgatas… Se recogieron tradiciones como la Fiesta de San Antonio, que se estableció como día del socio (donde el chorizo era fabricado por la misma asociación) y el pan de escanda junto con el queso de fuente, también labor que los socios realizaban. Se vendía y era una fuente de ingresos para la sociedad cultural.
Se acudió varios años a Avilés a la demostración que en el pabellón de la Magdalena se hacía del queso, vino y alfarería y en 1989 se traen a Proaza los “Primeros Alcuentros de Bandas de Gaitas acudiendo doce bandas de toda Asturias.
La acogida de estos eventos caló en los medios de comunicación y la respuesta de radio, prensa y televisión fue sin reservas, total y absoluta y todo gracias a aquellas personas que quizá aún en ejercicio ayudaron con su buen hacer, a que todo resultara bien. Y gracias a Lisardo Lombardia gran mentor de los Alcuentros.
Pasan los cuatro años de gestión y se convocan en 1990 nuevas elecciones a la ejecutiva; toda la anterior se retira y entran nuevos socios,que nombraré pues fue un cambio muy positivo. Aquellos chavales dieron lo mejor de sí mismo para continuar la labor emprendida y así Roberto, Fernando Diego, Franciso de Pachín, Francisco de Pepé, quizá alguno más que me perdone si no lo nombro, pusieron su empeño en potenciar aquella Sociedad que con tanta ilusión habíamos construido entre todos los socios.
Y con un año sin Alcuentros en 1991 se retoma esta idea y se lleva a cabo, pero en esta ocasión son bandas de toda Asturias. Se reunieron 360 gaiteros que desfilaron por el medio del pueblo, algo inédito, emocionante y mayor emoción aún cuando en la despedida y en la Plaza de la Abadía todas las bandas en círculo y un gaitero encima de la fuente interpretó Asturias patria querida.
El acontecimiento salió perfecto gracias a la colaboración de los socios, sobre todo de los jóvenes que pusieron todo su empeño para que el nombre de este municipio quedara muy alto.
Entro ahora a recordar lo que el próximo fin de semana se celebra, el XXIX Festival de los Nabos y del queso de la fuente. Una vez recogidas las recetas tradicionales, y en especial la del queso de fuente, nos pusimos manos a la obra de recuperar este queso, que era tradicional de este valle. Según Eugenia “Castañera” se daba a los segadores en la época de la hierba como entrante, ya que estimulaba el apetito y daba fuerza para aprovechar mejor el copioso desayuno necesario para la realización de una tarea tan dura.
Y así comenzó este festival. Quisimos singularizar con este nombre lo que en Asturias se llamaba y se llaman jornadas gastronómicas. Queríamos también que un plato, los nabos, que desde tiempo inmemorial se comían en Proaza por las ferias de Las Candelas y de San Blas, tuviera un día especial dentro de la gastronomía de nuestra comunidad autónoma, y se consiguió pues ya vamos por la XXIX edición.
Quedaba por determinar cual sería el menú y pensamos que de entrada el queso de fuente (llamado así pues es una fuente de madera de castaño donde se hace y donde se deja madurar, ya que la madera, al ser porosa deja recudir el suero que se va formando. De segundo, el pote de nabos, con su compango; y como decía Pifanio el de María Pachu Prima,»por San Blas se comían nabos/con chorizo,morcilla y calamona/ donde los ponían muy bien/en Casa Pachu Corona”. Y de postre quisadiellas, que así las llamamos los de Proaza. El año próximo cumplirá treinta años y esa consolidación viene de que siempre se mantuvo el mismo menú.
Quisiera hacer una breve consideración: las tradiciones las debemos de conservar como un legado y nunca desvirtuar ni adulterar, introduciendo elementos novedosos, pues esto conlleva a perder el acervo y las raíces de la cultura de los pueblos.
Termino este recorrido recordando a tantos socios que ya no están con nosotros y a todos los que en su día, e incluso ahora, siguen pagando y guardan en su memoria todos los acontecimientos de los que fueron protagonistas.
Para los que no están con nosotros, mi recuerdo y para los demás un gesto de amistad.
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