Ayer por la tarde empezaron a llegar camiones ganaderos a Proaza. Lo han hecho desde toda Asturias y desde no pocas comunidades de España, como Galicia y Cantabria. También se suelen ver ganaderos franceses. «Es la feria más importante de Asturias junto con la de Corao y Cabañaquinta y es la que marca la tendencia de los precios del año», explica Jesús María García, concejal de Ganadería del ayuntamiento proacense.
El año pasado el mal tiempo deslució algo la participación. Hoy la previsión es algo mejor. Podría caer alguna gota a última hora del día, cuando la feria ya ha terminado. Por la mañana estará nublado y la temperatura agradable según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología.
San Blas en Proaza es todo un espectáculo. Desde la víspera empiezan a llenarse los bares de gente, se observa mucho movimiento de ganado y de camiones. El pueblo recobra vida y ambiente, al igual que los negocios hosteleros, muchos de los cuales tienen que reforzar sus plantillas y preparar bien sus víveres. No solo acuden tratantes y ganaderos sino también de comerciantes ambulantes con material agrícola y curiosos que acuden a observar el ganado. Se darán cientos de comidas y desayunos. Algunos establecimientos no cierran de noche. El año pasado acudieron entre 800 y 900 cabezas de ganado dato que no es significativo dado que el mal tiempo restó presencia de ganaderías. La mayor parte del ganado es bovino, aunque también se suelen ver ovejas y cabras, algún cerdo y caballos.
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