Un reciente estudio señala que el producto pasa de 3,89 euros el kilo a los 15,62 euros que paga el consumidor final
COAG exige a la Administración que facilite la venta directa a los propios ganaderos para evitar que el que produce y arriesga más gane menos
Sólo la IGP está regulando el mercado y generando más beneficios para los productores
Fernando Romero / Santo Adriano
La organización agraria COAG junto con la UCE han publicado recientemente el informe de julio correspondiente a los precios en origen y destino de los principales productos agrícolas y ganaderos que ven como promedio multiplican por 3,92 su valor, siendo especialmente significativo ese dato para los primeros donde llega hasta el 4,10 mientras que en los segundos es algo menor, 3,26. En el caso de la carne de ternera de primera, la que se produce mayoritariamente en la comarca del Camín Real de la Mesa, esa diferencia entre productor y consumidor es del 303%, ya que el precio de origen es de 3,89 euros y el de destino 15,62 euros, según dicho estudio.
En otras carnes sucede algo similar, aunque hay menos diferencia. Así el cordero se incrementa de origen a destino en un 293%, el pollo en un 179% y el cerdo en un 290%.
La secretaria general de COAG Asturias, Mercedes Cruzado, que es a también productora de carne de ternera, denuncia que donde se queda el beneficio sea en los intermediarios «mientras que la gente que produce y se arriesga no se queda con nada y ni siquiera cubre costes en ocasiones y están casi en la ruina, sin que por ello lleguen al mercado precios bajos porque en los eslabones intermedios se produce la subida».
Para la responsable de COAG muchos de estos intermediarios y distribuidores «ni siquiera ven el producto» y denuncia que la ternera tenga un precio tan alto en el mercado, «inaccesible para muchas familias». No obstante explica que el desarrollo de la IGP, la marca de calidad de la ternera asturiana, está ayudando a «regular» esta situación: «funciona muy bien y afortunadamente son cada vez más los ganaderos que se suman a esta iniciativa».
COAG está trabajando para buscar una solución a este fuerte incremento del precio de la carne de ternera y para que el beneficio favorezca a los productores. Para ello proponen que la Administración «deje de poner trabas que hacen imposible que, como en otros países europeos, sean los propios ganaderos los que comercialicen su producto directamente». Pone como ejemplo la existencia de profesionales que comercializan directamente otros productos del campo que sí le están sacando rentabilidad, como es el caso de la miel o el queso.
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