Cerca de un millar de cabezas de ganado en Proaza, un 30% más que el pasado, confirman a esta feria como una de las más importantes de la comarca
Fernando Romero / Proaza
La feria de La Candela o San Blas en Proaza mantuvo el tipo, que ya es mucho en estos tiempos de crisis del campo. Aunque hubo opiniones de todo tipo, lo cierto es que si bien se vio menos gente que el año pasado, participaron más ganaderías. Según los datos del Ayuntamiento se calcula que acudieron ayer y hoy a esta cita ganadera unas 900 cabezas de ganado, la mayoría vacas, aunque también muchas yeguas. Son doscientas más que el año pasado.
Desde ayer al mediodía la villa era un hervidero de gente y camiones entrando con ganado. Quienes más lo notaron fueron los hosteleros, que en estas fechas baten récords de caja y tienen que reforzar sus plantillas. Hoy por la mañana hubo cierta espantada hacia las diez, por una nube que descargó agua con fuerza. Luego despejó y el día quedó muy agradable. Las ventas, a la baja, al menos la de las vacas, mientras que los caballos se vendieron casi todos ayer y a precios buenos, lo que demuestra que es un mercado pujante. Los precios del ganado bovino se mantienen con cierta tendencia al alza, un síntoma a tener en cuenta, dado que esta es una de las primeras ferias del año y suele marcar tendencia en el mercado.
Una decena de guardias civiles tuvo que organizar el tráfico. Además, el Ayuntamiento contrató a dos personas para colaboran en las tareas de organización, en las que también estuvo implicada la plantilla municipal. Finalmente todo salió muy bien, explica el alcalde Ramón Fernández. «Tuvimos que controlar a los camiones para que descargaran y luego fueran a aparcar, porque sino se quedan en el recinto ferial y se organiza un caos, pero todo fue bien y el resultado ha sido muy satisfactorio», explica. Como en otras ediciones este año acudieron ganaderos de Asturias, Galicia, Cantabria y León.
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