Se ha dejado ver de forma puntual desde marzo, aunque no ha sido hasta mediados de abril cuando ha dado por finalizado su letargo, informa la Fundación Oso de Asturias
Redacción/Grado
Atrás quedó el invierno, también para la osa Molina, que vive en el recinto osero del monte Fernanchín, entre Santo Adriano y Proaza. La Fundación Oso de Asturias informa que el ejemplar de oso cantábrico, que fue rescatado por el Principado tras despeñarse en septiembre de 2013, comenzó a despertar en marzo, con salidas ocasionales, y a mediados de este mes ha salido completamente de la hibernación. «Despertarse de una hibernación puedes ser un proceso largo, que dure incluso varias semanas. Los osos van poco a poco saliendo de sus oseras, se dejan de ver durante unas horas y regresan a su refugio para continuar con la hibernación unos días más; un comportamiento que se acentúa cuando el tiempo no acompaña, como ha sido el caso de este invierno en Asturias», señala la Fundación Oso de Asturias. «Molina dio por terminada su hibernación a mediados de abril, aunque se dejó ver por las instalaciones de la FOA de forma esporádica desde marzo. En total, pasó más de tres meses de letargo invernal durante los que perdió 25 kilos, una consecuencia habitual de este proceso y la razón por la que resulta fundamental que los osos se alimenten bien durante el otoño: las grasas acumuladas son las que mantienen las constantes vitales durante la hibernación, algo que consiguen con alimentos energéticos como los frutos secos que, en el caso de Asturias, son en su mayoría castañas, bellotas y hayucos», añaden los responsables del recinto.
Deja un comentario