Publicado el: 27 Jul 2018

Fapas cuestiona el censo de oso cantábrico, que se presenta hoy

Los conservacionistas consideran que no refleja la situación real de la población de oso cantábrico, y destaca que en la zona oriental la especie está «al límite de la supervivencia»

Un oso avistado en Somiedo

Redacción/Grado

El Principado presenta hoy el censo oficial de oso cantábrico, y el Fondo de Protección de los Animales Salvajes (Fapas) se ha adelantado, difundiendo un comunicado en el que cuestiona que las cifras reflejen realmente la situación del oso cantábrico. «La cifra de que en la  cordillera Cantábrica puede existir ya una población cercana a los 350 ejemplares según referencias en medios de comunicación de la Fundación Oso Pardo, carece  de ningún fundamento técnico o científico que  lo sostenga. Año tras año, las Administraciones Públicas están tratando de ofrecer una imagen de éxito en la conservación de la población de osos vinculada con el aumento poblacional y la buena garantía de supervivencia de la especie», señala Fapas. Los conservacionistas aseguran que esa situación sólo es cierta en la población occidental, la que afecta a los concejos oseros de la comarca. «La población Occidental, mayoritariamente presente en la región de Asturias  se ajusta a esta situación de incremento poblacional, si bien, el mismo es en la actualidad muy lento y  se debería de  plantear que la  actual situación es en realidad  de sostenibilidad». En la zona oriental, la situación está «al límite de la supervivencia», según Fapas. Esta zona se ubica en el área de Fuentes Carrionas, en Palencia, «ya que los históricos territorios oseros de Riaño o Mampodre están prácticamente fuera del área reproductiva de la especie, así como los de Asturias, donde la presencia de osos en concejos como Ponga o Caso es puramente circunstancial».

«Los datos que ofrecen las administraciones, vuelven a tratar de ocultar una situación crítica que se acrecienta año tras año  con la presencia de osos muertos. Un problema derivado principalmente de una gestión  de Castilla y León que desde hace años ha puesto al oso en el punto de mira y que nada hace por impedir su lenta agonía poblacional. La presencia de hembras acompañadas con crías que pasan las fronteras administrativas entre Castilla y León y Cantabria, ha sido de manera recurrente el argumento para  ofrecer una imagen de  incremento poblacional inexistente. En 2017, solamente pueden ser dadas como seguras la presencia de  cuatro hembras reproductoras, una cantidad exigua si se compara con la evolución  positiva de la población occidental. Incrementar este dato obligaría a la Junta de Castilla y León a presentar información técnica independiente que lo corroborase de manera fehaciente, mediante trabajos de genética o seguimiento fotográfico o cualquier otro método validado por  departamentos de investigación universitarios», asegura Fapas

El método de elaboración del censo, el conteo de osas reproductoras, tampoco consideran «fiable al cien por cien». «En realidad, los magníficos resultados de   los censos que ofrecen las administraciones no tienen en cuenta intencionadamente el fracaso reproductor. Cada año, algunas hembras pierden a sus crías, con lo que  al año siguiente vuelven a reproducirse y son nuevamente computadas en el nuevo censo. El conteo final de dos años consecutivos es el método que se aplica para conocer el total de hembras reproductoras de la población de oso pardo en la cordillera Cantábrica. Lo mismo sucede con el cómputo de crías nacidas anualmente. Tampoco se tiene en cuenta  la mortandad de estos jóvenes que se estima puede ser importante. Por tanto, que haya habido un número de determinadas osas reproductoras y crías nacidas en el año, no puede  valorarse como incremento real de la población, tal como se trata de manifestar, dando resultados finales de  números de osos que incrementan anualmente la población sin tener en cuenta la mortandad natural reproductiva», concluyen.

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