Natalia González asegura que la bajada del padrón por debajo de los 2.000 habitantes «no es un problema de fijar población, sino de personas que viven aquí, disfrutan de los servicios públicos y no se empadronan»

Redacción/Grado

Sólo 15 vecinos. Este es el margen de población que ha hecho a Candamo bajar por primera vez de los 2.000 habitantes, lo que supone una importante pérdida de recursos y programas, y también una reducción de sus representantes municipales, ya que la Corporación pasará de 11 a 9 concejales.

La alcaldesa de Candamo, Natalia González, era consciente ya durante todo el mandato de este riesgo, que finalmente se ha hecho realidad con el padrón oficial publicado el 2 de enero por el Instituto Nacional de Estadística. «No es un problema de fijar población, porque el margen que necesitamos para mantenernos dentro del límite de los 2.000 habitantes es muy pequeño. Es un problema de personas que viven en Candamo, que disfrutan aquí de los servicios públicos que pagamos entre todos, y que no cumplen con su obligación cívica de empadronarse en el concejo en el que viven», asegura González, que ya publicó un bando pidiendo el empadronamiento de los residentes, y que ha trasladado esta petición a las asociaciones vecinales. «Hay personas que siguen sin estar empadronadas incluso siendo representantes vecinales en asociaciones», apunta González, que añade que la pérdida de vecinos afectará a programas, ayudas y financiación municipal, un recorte que espera que «conciencie» al vecindario para darse de alta en el padrón.

Además, el Ayuntamiento impulsará medidas para atraer y fijar población. Además del proyecto de abrir una escuela de 0 a 3 años en los bajos del colegio, se está elaborando una ordenanza para bonificar la construcción y rehabilitación de viviendas, si conllevan empadronamiento, anuncia la alcaldesa.