Los manantiales efímeros de Bueida, un fenómeno natural de gran belleza, emergieron para Semana Santa
Beatriz Álvarez/Quirós
La primavera y las benignas temperaturas, unidas a las lluvias de los últimos días que también contribuyeron a hacer crecer el caudal, se unieron para que rompieran los Garrafes de Quirós, un espectáculo natural que puede disfrutarse cada primavera, y que esta vez llegó en vísperas de la Semana Santa.
Los Garrafes ofrecen la experiencia del bravo correr del agua en forma de torrente por la montaña, gracias al deshielo de la nieve acumulada en el invierno en la Vega de Socel.lares y en las numerosas depresiones geológicas de los Güertos del Diablu. El resultado es un espectáculo que combina agua cristalina, ruido estruendoso y un paisaje, normalmente seco, anegado de pronto, y que se convierte en una especie de laguna alimentada de pequeños torrentes y cataratas, entre abundantes corrientes que avanzan con fuerza al encuentro de su cauce natural. El carácter efímero de estos manantiales hace que se celebren y pronto corra la voz de que han “brotado” para que los quirosanos y visitantes se acerquen a poder vivir y disfrutar del privilegio de ver el caudal de agua entre el hayedo.
Los Garrafes están cerca del pueblo de Bueida, hasta donde se llega en carretera y donde se puede dejar el coche para dar un paseo por la pista que sube a Trobaniello. En el año 2017 el Ayuntamiento señalizó y facilitó el acceso a la zona donde se da este fenómeno primaveral, con la construcción de dos pequeños puentes que permiten a los visitantes la contemplación de los manantiales y que no han tenido apenas impacto medioambiental. Están situados en la Reserva de la Biosfera y Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, a unos 900 metros de altitud, donde el macizo de Ubiña presenta un claro modelado kárstico y glacial con un paisaje característico de roca caliza, que es lo que facilita la aparición de este fenómeno.
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