Unas 200 reses y 15 ganaderías acudieron al tradicional encuentro ganadero, que en las últimas ediciones estuvo bajo mínimos, tras la iniciativa municipal de frenar la comercialización en los pueblos
B. Álvarez/Redacción/Quirós
La feria de San Miguel de Quirós, que se celebró ayer en Bárzana, ha recuperado notablemente el pulso. Con un buen día de otoño, un total de 15 ganaderos del concejo se animaron a bajar a sus reses al mercado, que acogió unas 200 cabezas. La mejora de asistencia se produce después de que el alcalde quirosano, Rodrigo Suárez (IU), adoptara una medida novedosa: acordar con los tratantes que en Quirós no compraran en las casas durante dos semanas antes de la feria, para facilitar que los tratos se hicieran en el mercado ganadero. Para el alcalde, el resultado es positivo. «Ha estado bien, la verdad, teniendo en cuenta cómo estuvo otros años», asegura. Su iniciativa, añade, ha sido en general bien acogida por los ganaderos, «aunque también ha habido voces discrepantes». El Ayuntamiento, que se había comprometido a colocar una carpa si hacía mal tiempo, que no fue necesaria, mantendrá la política para la otra gran feria del concejo, la de San José, e incluso el alcalde está valorando aumentar la «veda» a la compra en las casas a tres semanas. Los ganaderos valoran la participación como positiva pero “no tiene nada que ver con las ferias de hace quince años”, afirman. Al encuentro ganadero asistió el director general de Ganadería, Nino Rodríguez.
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