El Gobierno promete acelerar el ‘by-pass’ del argayo de Salas

Los técnicos destacan que el deslizamiento de Casazorrina es el mayor que se ha registrado en las carreteras españolas

La delegada del Gobierno, Delia Losa, durante la videoconferencia con el secretario de Estado de Infraestructuras, Sergio Vázquez, y el director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Javier Herrero, a la que asistió el consejero de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, y el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García.

Redacción/Grado

El Gobierno central ha prometido «máxima celeridad» en la solución al argayo de Salas, «el mayor talud que se ha registrado nunca en las carreteras españolas, según nos han transmitido los técnicos», según señaló ayer la delegada del Ejecutivo en Asturias, Delia Losa, tras una reunión con técnicos del Ministerio de Transportes, a la que asistió también el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo. Losa aseguró que el Ministerio es plenamente consciente del trastorno causado por el argayo, y de la tensión social que se ha originado en la zona, y que se está trabajando intensamente para acortar los plazos, sobre todo para la ejecución del by.pass provisional, que en un principio se esperaba para después del verano. «No es posible dar plazos, pero desde luego se va a menos, a reducir los plazos que ya se habían barajado», afirmó Losa. Se harán a la vez los trabajos de estabilización de la ladera, y la construcción del by.pass que permita volver a usar la N-634, que se debe atravesar el río, transcurrir por la otra ribera, y volver a pasarlo, lo que se hará con estructuras prefabricadas de hormigón. El consejero, Alejandro Calvo, destacó que la construcción de estos elementos es uno de los factores que afectan a los plazos, aunque la intención es «máxima celeridad». Calvo destacó, frente a las críticas de la oposición, que el Gobierno asturiano lleva desde el primer día hablando con el Ejecutivo central para que se tomen todas las medidas necesarias para resolver el problema, y ha transmitido «los efectos secundarios que está ocasionando, a la economía de Salas, la de Tineo y los polígonos industriales».