La iniciativa de ‘Rompiendo distancias’ de los Valles del Trubia, coordina una red comunitaria que abarca los colegios de la zona, el centro de día de Proaza, la residencia de Teverga y voluntarios de las bibliotecas
Begoña Pérez / Proaza
Cuánta sabiduría en las páginas de un cuento, cuántas cosas nos enseñan; y si a esto unimos que los leen las personas mayores, cobran aún mayor importancia. Por eso, desde el Programa Rompiendo Distancias de Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga uno de los objetivos marco es la intergeneracionalidad, que tantos beneficios supone para niños y mayores.
Por medio del Proyecto “Cuentos que nos unen”, se coordina una red comunitaria, que abarca los colegio de la zona, la residencia de tercera edad de Teverga, el centro de día de Proaza y personas voluntarias del Rompiendo Distancias, además de las bibliotecas de Proaza y Teverga. Y ¿cuál es su misión?, pues la lectura de cuentos para los niños y niñas de los colegios. Un día a la semana nos acercamos virtualmente; porque la pandemia nos había hecho parar este proyecto que habíamos iniciado de manera presencial, pero siempre se encuentran soluciones, y a través de las nuevas tecnologías mayores y niños vuelven a estar unidos.
El profesorado realizó la selección de materiales: Cómo lavar a un mamut lanudo, Decepcionado, ¡Vaya rabieta!, Juan sin miedo, ¡Cómo me gustaría ser diferente!… muy vinculados con la educación emocional, necesaria siempre y, más aún, en estos momentos.
Dar desde aquí las gracias a todas y cada una de las personas que hacen posible momentos únicos.
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