Casimiro ÁLVAREZ

[A Contracorriente]

La revuelta estudiantil de “mayo del 1968” en París, popularizó el lema “la imaginación al poder”. Por el contrario, el movimiento 15 M de Madrid contra las regresivas reformas de Zapatero sobre el sistema público de pensiones y la reforma laboral, sólo sirvió para quitar el poder a unos necios y entregárselo a otros mayores. Mira que era difícil hacerlo peor que Zapatero y Rajoy, pero lo de ahora ¡clama al cielo ¿Cómo es posible que el disparate de cada día despunte sobre el anterior? Si los capos de los partidos se rodean de los mayores lameculos para mantenerse en el poder, la gente más capacitada nunca puede ocupar puestos de importancia. Pedro Sánchez y 16 de sus 17 ministros no han trabajado nunca en la empresa privada, y la mayoría de los cargos públicos de todos los partidos siempre han vivido de la política, sin experiencia, sin ningún trabajo conocido fuera de la política, y cuyo único mérito es su habilidad trepadora, o cercanía personal al dirigente; todas sus ocupaciones remuneradas proceden del ámbito político, al que llegaron sin haber cotizado nunca de manera estable en alguna empresa privada; si acaso maquillan su nula experiencia inflando sus currículos académicos y sustituyendo su reveladora falta de referencias, con vagas apelaciones a sus tareas en movimientos ciudadanos, como si la vinculación a éstos fuera en sí misma un oficio. Santiago Abascal el presidente de Vox nunca trabajó en cosa alguna fuera de la política, igual que Pablo Casado el presidente del PP y que el presidente del gobierno Pedro Sánchez, o el ministro Alberto Garzón, la ministra de hacienda María Jesús Montero, o la ministra Ione Belarra; caso parecido es el de la ministra Irene Montero, que únicamente ha trabajado un año escaso, en una tienda de electrodomésticos, o la vicepresidenta Carmen Calvo, que apenas empezar de profesora se integró en el equipo del andaluz Chaves, condenado por los ERES, y ya no se apeó nunca más de los cargos públicos. En Asturias ocurre otro tanto de lo mismo. Adriana Lastra nunca dio un palo al agua fuera de la política, lo mismo que el presidente Adrián Barbón. Y así sucesivamente. Parece lógico pensar que cualquiera que se dedique a la política, que siempre es una decisión voluntaria y se supone que desinteresada, debería percibir por ello un salario digno; tan digno como el de cualquier otro español, tan digno como el que percibía en su profesión anterior, o, si nunca trabajó en nada, el salario mínimo establecido. Lo que resulta indecente es que un atajo de vagos e inútiles que nunca hicieron nada, perciban, a cargo de los trabajadores españoles salarios y demás prebendas de tamaño descomunal, que les permite enriquecerse en cuatro días. Y nos sobran ejemplos, algunos especialmente sonados porque pasaron de denunciar los privilegios de la “casta” a convertirse en lo más rancio de la misma. Semejante caterva de inútiles, no saben lo que supone buscar trabajo, o ganarse el sustento día a día, nunca aprendieron el valor del dinero y lo que cuesta ganarlo, pero hoy dirigen la economía española y el rumbo del país. Además de considerarse, en muchos casos, defensores de supuestas virtudes y desventurados afligidos, arrogándose el derecho de tachar de machistas, sexistas, racistas, imperialistas y, por supuesto, fascistas a todo aquel que no comulga con sus postulados. El resultado a la vista está. El país dividido con enfrentamientos absurdos, la deuda pública de España superior a los 1.314 billones, con B de bazofia, de euros, más de un 118 % del PIB, que nunca en los pasados 100 años se había alcanzado, ni siquiera en el penoso periodo de la guerra y posguerra; y el déficit del estado en creciente aumento, gastando un 10 % más de lo que se ingresa, a pesar del continuo y escandaloso aumento de tasas e impuestos. En pocas palabras, cada día somos más pobres, lo cual compromete la prestación de servicios esenciales, mientras aumenta el gasto desaforadamente en las mayores perogrulladas imaginables. ¡Esto no lo arregla ni Dios! ¡Me hice viejo viendo como cada gobierno de España, es más incompetente y corrupto que el anterior!