Publicado el: 01 Jun 2021

¿Qué hace un oso en un pueblo?

Por Marián FIDALGO LÓPEZ

Sograndio (Proaza)

Y por fin llega el viernes, ese ansiado día de la semana donde organizar la bolsa y pensar en la desconexión total y la paz que te aporta “el pueblín”. Ves a tu hija ser feliz, libre, desear bajarse del coche y abrazar a los perros, tener que meterla a regañadientes en casa cuando llega la noche… Esa noche templada y estrellada…te asomas a la ventana: esa luna llena que lo inunda todo, no está frío y entonces das un paseín por la caleya, respiras, piensas, recuerdas…hueles y escuchas: escuchas el silencio, el sonido de la curuxa, hueles la hierba… en ese momento te crees la dueña del universo, no hay nada que pueda perturbar ese momento de relax… bueno sí, en realidad hay algo que desde hace una temporada ha inquietado y perturbado esa paz de la que disfrutaba yendo al pueblo y que ha generado no solo en mí un miedo y una intranquilidad considerables.

Siempre hemos tratado de inculcar a nuestra hija el amor por la naturaleza y el respeto a los animales que también a nosotros nos han enseñado desde críos. También a valorar el esfuerzo y el sacrificio que se necesitan para lograr las cosas, el amor a la tierra, ver a la güela trabajar la tierra para “semar” el maíz, las fabas… ir al gallinero a por los huevos de las pitas y de la quica…todo eso que se ha conseguido con el trabajo de muchos años, de esfuerzo infinito y de sacrificios profundos. Todo eso que de repente ves arrebatado por un animal que está protegido y que parece ser tiene más derecho que las personas, que sus propiedades y sus pertenencias. Un animal que como mi hija dice, es un animal “salvaje”  ¿cómo es posible que se coma las pitas de güelita? ¿qué hace un oso campando a sus anchas por un pueblo, en el que vive gente, que cría animales, que cultiva los huertos, que tiene frutales, comiéndose sus gallinas y piensos, estropeando sus cosechas, rompiendo sus alambradas (sean mejores o peores son suyas), despertándoles de madrugada por el ladrido incesante de los perros, amedrentando a mayores y niños y rompiendo la tranquilidad que siempre se respiró allí? ¿Dónde empiezan los derechos y libertades de estos animales salvajes, para estar coartando así la de los habitantes de estos pueblos, que ven todas sus propiedades, su esfuerzo y su trabajo infravalorado, tirado a la basura, por un animal que debe y tiene que vivir en el monte, tiene que cazar y sobrevivir en su hábitat natural, y no merodeando y tirando los cubos de basura en las poblaciones?

Señores de la Administración, señores políticos que nos representan: ¡Actúen ya, dejen de mirar para otro lado, no esperen a que haya una desgracia con víctimas humanas! Porque ya ha habido otras víctimas también importantes que son las gallinas de todo un pueblo, las puertas de cuadras, los cercados de gallineros… todo eso que para ustedes son menudencias, para sus dueños y dueñas son muy importantes, y han sido conseguidos con mucho esfuerzo y trabajo. Dejen de infravalorar al mundo rural y sus gentes, dejen de defender los derechos de animales salvajes si eso supone coartar y minar los derechos y libertades de los habitantes del mundo rural, de ciudadanos y ciudadanas que no son de segunda, que pagan sus impuestos y cumplen con sus obligaciones.

La noticia con la que nos despertábamos ayer, con el ataque de un oso a una mujer en el Concejo de Cangas de Narcea, que paseaba tranquilamente en la inmediaciones de su pueblo, no viene si no a constatar lo que es un hecho cada vez más común y denunciable, que es la presencia de estos animales salvajes en las poblaciones y la impunidad con la que lo hacen, sin que nadie tome medidas. Se veía venir, y así ha ocurrido. Ojalá se recupere pronto, y cree un precedente, para que las administraciones competentes ACTÚEN YA.

Comentarios:
  1. Diego Fernandez Guerra dice:

    Es muy bonito el articulo y la descripción de como se vive en un pueblo rural, pero también es cierto que el ámbito rural lo es por la convivencia con animales precisamente en su ámbito, el rural, en todo caso debiera haber un limite, una barrera, un filtro entre lo rural habitado y lo rural silvestre/salvaje o natural, deshabitado por personas. Con respecto a la protección del lobo y el oso, esta muy bien en tanto que al igual que los seguros para vehículos, debiera estar contemplado, como parte de la protección a esas especies, el resarcimiento o indemnización ante el repetido, lógico y habitual desastre o daño que estos tesoros naturales ocasionan hacia terceros, los habitantes y trabajadores rurales y sus propiedades, como hacer esto? Con cámaras y peritajes, colocando banda con sensores en los ejemplares libres, si es que existe un censo de población, es una inversión pero lo protegido que atrae al turismo cuesta y este costo debe ser absorbido y encarado por el estado.

  2. Joseba dice:

    Artículo demagogo, alarmista y especista donde los haya. En 30 años sólo se han constatado 8 ataques de osos en la Cordillera Cantábrica. Algo por otra parte normal en zonas oseras de todo el mundo: Rumanía,EE.UU..etc. el amor a los animales también implica respetar sus derechos y no invadir sus territorios

    • Angela dice:

      No estoy de acuerdo. 8 ataques no justifica que se tenga que aceptar y pasar página. Lo mismo que los derechos the un individuo no pueden pisar los derechos de otro, los derechos de los animales tampoco. Si los animales no tienen capacidad para distinguir esto necesitan un «tutor» que lor «represente y se haga cargo» y vele por sus derechos sin pisar los de los individuos. El pirncipado como tutor suspende. Estoy de acuerdo con Diego. Lo primero es quantificar el número de ejemplares y ponerles sensores y monitorizar su localizacion. Si se acercan a las zonas habitadas se les deterra. Si llevan localizador ya vendrá in desarrollador de applicaciones a crear un app para el movil que te dice si hay presencia de osos en la zona de paseo, en momento real. Se applican limites an animal, se evitan destrozos, se evitas ataques. Pues mira hasta se crean puestos de trabajo. Pues no, mejor que sigua habiendo ataques. De todas formas para el 2050 , la Asturias rural estará totalmente despoblada y tendrá la extension de zona salvaje mas grande de España. En algo hay que ser lo mas.

  3. Julián dice:

    Lo que esta señora pasa por alto es que los pueblos de la montaña asturiana comparten hábitat con los animales salvajes. En Proaza es litaralmente imposible separar lo uno de lo otro: no pueden dividirse en compartimentos estancos. Y lo que cuenta de las pitas es una pelea tan vieja como el mundo. Cualquiera que viva en un pueblo sabe que si no las vigila y guarda bien la raposa, o la fuina o el Ferri acabarán llevándose alguna. Extraña que alguien que se precia de conocer el mundo rural le sorprenda semejante obviedad. ¿De verdad vive y se ha criado en Sograndio?

Deje su comentario

La Voz del Trubia