El edificio del Ayuntamiento de Grado, de estilo montañés, fue diseñado en el XIX por Andrés Coello y se alzó en la parcela que ocupaba el primer ayuntamiento «ínfimo y pobre»
Beatriz CANITROT / Grado
El edificio del Ayuntamiento de Grado se empezó a construir a mediados del s. XIX, aproximadamente hacia 1848, siguiendo las trazas del arquitecto provincial Andrés Coello, interviniendo posteriormente Juan Miguel de la Guardia.
El nuevo edificio se alzó en el solar que había ocupado un inmueble anterior del que tenemos noticias gracias a lo que Fernández de Miranda cuenta de él: “El edificio primitivo era muy ínfimo, tenía escalera exterior y sus habitaciones, faltas de luz, pecaban también de incómodas; en sus bajos estaba la prisión y un hediondo calabozo. Tan pobre era aquel Consistorio, que para sustituirle, ya en el s. XVIII, se había construido otro de excelentes condiciones, amplio y de dos pisos, en el campo de San Antonio y muy cercano a la capilla, que fue destruido por los franceses en 1809”. Quizás sea a este último edificio al que se hace referencia en una ordenanza de 1779 en la que se trata del repartimiento para la construcción de unas casas consistoriales y cárcel, porque lo existente estaba en pésimas condiciones; debería tener diez estancias, viviendas para el alcalde y una celda para caballeros, regidores, etc.
El edificio actual, fruto de varias reformas posteriores, está adosado a otro en su lado izquierdo, tiene planta rectangular con tres pisos y una torre, de cuatro, situado en el ángulo derecho, llamada coloquialmente torre del reloj. Los muros se calan con abundantes vanos que varían de forma en cada piso alternando ventanas en el primer piso, balcones en la planta noble, ventanas pareadas en el piso superior y arquería en la torre. Sobre el balcón volado de la fachada principal se coloca el escudo del concejo timbrado con un yelmo de hidalgo y campo con un pino al que están apoyadas cuatro lanzas con hierros de plata puestas en situación de barra, alrededor del tronco una serpiente con la cabeza al lado diestro y al lado siniestro posado sobre una rama un cuervo de sable. La fachada derecha repite la misma disposición de vanos, contando en la planta noble con un balcón volado flanqueado por dos escudos: el de la izquierda del concejo y el de la derecha con las armas de Castilla y León. La cubierta, a tres aguas en el edificio y cuatro en la torre, cuenta con alero de gran voladizo con sendas ménsulas, muy del gusto montañés.
Torre del reloj
Originalmente la torre, construida en 1866, contaba con un reloj de dos esferas y estaba coronada por un armazón de hierro que albergaba una campana. Posiblemente el proyecto de la torre se deba a una modificación posterior de los planos ideados por Andrés Coello, teniendo en cuenta que su diseño rompe totalmente con el gusto academicista neoclásico del arquitecto y, en el año de la construcción, dicho arquitecto ya había sido reclamado por la Academia de Madrid como profesor de la Escuela de Arquitectura.
El edificio, que en su origen tenía solo dos plantas y la torre, sufrió varias reformas a lo largo del s. XX. La que finalmente le otorgó el aspecto actual fue llevada a cabo por el arquitecto municipal Leopoldo Corugedo entre los años 1931 y 1936. La realización del proyecto se encargó al contratista Joaquín Muñiz Menéndez que empezó la obra el 1 de julio de 1933 y la terminó el 30 de octubre de 1935. El presupuesto acordado para esta modificación fue de 102.686,85 pts y, entre las obras efectuadas, se recoge “el desmonte del armazón de hierro de la torre y la cubrición general de teja árabe”. Se hicieron varias reformas interiores: baños, escalera con balaustrada y pasamanos, pintura, pavimentación… Se tiene constancia que dentro de las dependencias del Ayuntamiento se encontraba el juzgado y había una casa para el conserje y, aunque no aparece específicamente documentado, se supone que la construcción del tercer piso bien pudiera haberse hecho en esta época ya que el documento habla de obras de reforma y ampliación.
]]]*Leopoldo Corugedo modificó también la entrada principal del edificio, trasladándola a la plaza del Ayuntamiento, puesto que, originalmente, el acceso se hacía por el lateral derecho.
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