Publicado el: 28 Dic 2021

El patrimonio de Ribera de Abajo: Priorio

Aunque la parroquia es pródiga tanto en elementos naturales como histórico-artísticos, la ‘joya de la corona’ es la iglesia parroquial, con el único tímpano románico de Asturias con el Pantocrátor

Balneario de Las Caldas

Balneario de Las Caldas/ María Jesús Rodríguez

Por ÁNGEL DE LA FUENTE

Priorio es mi parroquia de nacimiento. Comparte con sus vecinas el río Nalón; sin embargo, su territorio es el más pródigo en cuanto a patrimonio tanto natural como histórico-artístico. Sus casi cinco kilómetros cuadrados acogen lo que la abuela Naturaleza y la madre Historia nos han legado.

Priorio, parroquia bajo la advocación de San Juan Ante Portam Latinam

• Yacimientos prehistóricos: La cueva de Las Caldas excavada por la profesora Dª. Soledad Corchón y la cueva de Lluera a cuyo frente estuvo el profesor D. Adolfo Rodríguez Asensio son dos hitos en el Paleolítico Superior de Asturias. La primera ha aportado entre otras cosas el colgante labrado en diente de cachalote con un bisonte y un cetáceo grabados en el anverso y reverso respectivamente y la segunda famosa por sus grabados solutrenses: ciervas, caballos, uros y triángulos pubianos que decoran la llamada Lluera II. El museo arqueológico de Asturias custodia un collar con dientes de cérvidos y un triángulo pubiano encontrado en esta cueva. Muy cerca del primer yacimiento el topónimo Los Castros nos invita a pensar en un posible asentamiento de esta época.

• Torres de Priorio. La casa-fuerte de Priorio se remonta a los inicios del reino asturiano -Alfonso II, el Casto-. Su construcción tenía por objetivo defender el paso del Nalón de aquellas huestes que subían desde Villanueva de Proaza a Siones para llegar a Caces y tras el paso del río alcanzar Oviedo. Fue propiedad episcopal, tiene leyenda como todos, tuvo hasta lobo en la segunda mitad del siglo XX, pero entró en crisis a partir del siglo XVI. Sus ruinas fueron en la medida de lo posible reconstruidas de acuerdo con el estilo neogótico. La historia que media entre la Edad Moderna y la compra a mediados del siglo XIX fue estudiada por Ernesto Conde en varios trabajos que vieron la luz en el diario La Nueva España. El poder de su alcaide, los estragos y extorsiones a los que sometía a la antigua Ribera de Abajo fueron conocidos por Fernando IV en el siglo XIV. Ordenó derribar sus torres, pero aún no había llegado la monarquía autoritaria y los nobles campaban a sus anchas en el contexto de una peculiar monarquía feudal como era la castellana.

• Iglesia parroquial. Puede considerarse la joya de la corona de este valle. Construida a finales del siglo XII o inicios del siglo XIII atesora una portada y un conjunto de canecillos que hacen de ella una auténtica catequesis en piedra. Es la única en Asturias con el tímpano esculpido con el Pantocrator y el Tetramorfos, pero no es menos importante la presencia de la culebra con diferentes tipologías en sus canecillos: serpientes de cabeza triangular pareadas, ouróboros y formando el símbolo del infinito que dentro de sus espacio acoge flores tetrapétalas. Esta iglesia ha sido la primera del occidente cristiano en oficiar la misa católica por el rito oriental. Las campanas de 1888 son de bronce auténtico y un referente dentro del concejo.

• Casa-palacio del marqués de Santa Cruz de Marcenado. El complejo palaciego con palomar incluido data del siglo XVIII. Fue el inmueble en el que el representante del marqués de La Ensenada redactó el catastro de Priorio, Caces y Puerto que hemos publicado en la fanpage “Valle de Las Caldas y su entorno”. El dintel de las ventanas tiene grabado el año 1735. El edificio y la finca que lo rodea acogieron escenas de la película La Regenta de Gonzalo Suárez (1974), así como el rodaje de un anuncio referido a una marca de cerveza.

• Los molinos de maquila. Tres molinos molturaron el panizo, la escanda y el maíz para alimentar a este alfoz de Oviedo. La Premaña de dos muelas, el Molín del Medio y el Molín de Debajo con tres muelas. La fuerza motriz la prestaba el río Gafo. Se mantienen en pie el de La Premaña dentro del campo de golf de Las Caldas y el del Medio, mientras que los bardiales ocultan y contribuyen al deterioro del edificio en el de Abajo que ni se ve desde la Senda Verde. Cuando se censaron en 1752, fecha en la que se redactó el catastro de La Ensenada, estaban a pleno rendimiento. Por desgracia ninguno funciona y sus rodeznos están paralizados.

• Hotel-Balneario de Las Caldas de Priorio. Las aguas termales dieron vida al pueblo. Trabajó en este complejo el arquitecto Manuel Reguera en el siglo XVIII y en el siglo XIX los arquitectos Aguirre y Juan Miguel de la Guardia. Fue adquirido en 1860 por D. José González Alegre que entendió bien el negocio; sin embargo, a partir de los años sesenta del siglo XX el termalismo entró en crisis hasta que desde principios del actual se intenta, con bastante trabajo, tesón y esfuerzo, poner en valor este recurso. Lo dejaron morir. Pasó por aquí lo más granado de la alta sociedad -políticos, nobles, burgueses, alto clero- y por supuesto personas humildes y pobres, para estas últimas se habilitó La Caridad que abrió sus puertas hasta 1970. El salón de los espejos, las bañeras de mármol preservadas y la huerta que lleva el nombre de su comprador son espacios que merecen la pena visitarlos. No se puede decir lo mismo de la capilla neogótica bajo la advocación del Cristo de la Salud que fue derribada para construir una piscina de flotación, jacuzzi y una pequeña sauna. El balneario originó el pueblo-calle de Las Caldas con una tipología arquitectónica complemente diferente a la del resto de la parroquia.

• Escuelas. La huella de Juan Miguel de la Guardia está presente en esta edificación con dos crujías y vivienda para los maestros en un cuerpo central al que se añade el aulario destinado a niños y a niñas. Arrancó hacia 1882 y en 1972 cerró el aula de niños y ocho después la de niñas. Fue centro cultural en la década de los ochenta y ahora están en manos de Proyecto Hombre. Tanto un aula como la otra tuvieron un mapa de la Península Ibérica en relieve de enormes dimensiones donado por los hermanos D. Urbano y D. Etelvino González. • Cementerio parroquial. Fue construido en 1897 por Juan Miguel de la Guardia. Un cementerio rural interesante por el diseño de su acceso, la reja neogótica, la capilla en la que descansan tres párrocos y el almacén que en origen fue morgue. Dentro del cementerio destaca la tumba de granito construida por Manuel del Río en la que destaca una maternidad esculpida por este artista lucense.

• Fuentes. El agua está presente en cualquier punto de la parroquia. Perviven el lavadero, abrevadero y fuente de Casielles costeados por D. Urbano González junto con la captación del manantial en la Peña Avís y la traída de aguas. La fuente de los Tres Caños o Foncaliente con abrevadero y lavadero, así como Les Fontines en Priorio. Han desaparecido la fuente de Pumeda (campo de golf) y su lavadero, junto con el lavadero de La Premaña.

• Apeadero de Las Caldas. La estación de Las Caldas fue un pequeño apeadero que dio servicio durante pocos años. Está alejado del centro del pueblo, pero este edificio sirvió a Díaz Omaña como referente para construir la cantina de la estación de Ablaña. Hace medio siglo un empleado de FEVE lo adquirió por la singular cantidad de 3.000 pesetas y lo derribó. La venta de ladrillos, portería, ventanas, vigas le generó unos ingresos de 10.000 pesetas de la época. Sin comentarios.

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