El acusado, que circuló a más de 170 km/h ebrio y drogado perseguido por agentes de la policía local gijonesa, ha aceptado hoy los hechos en un juicio rápido
Redacción/Trubia
Un conductor detenido en Trubia en una percusión policial tras circular ebrio, drogado y a más de 170 kilómetros por hora, y arremeter contra uno de los agentes que iban a detenerlo, reconoció hoy los hechos y aceptó una condena de 8 meses de prisión, 16 sin carné y el pago de una multa. El juicio rápido se celebró esta mañana en el Juzgado de Instrucción nº 4 de Oviedo.
Sobre las 5,50 horas del pasado día 9, el hombre circulaba en coche por la calle Marqués de San Esteban de Gijón bajo los efectos del alcohol, «de tal modo que comenzó a dar trompicones con el vehículo, acelerones y frenazos, hasta girar hacia la calle Instituto, siempre a excesiva velocidad», según señala la Fiscalía. La Policía Local de Gijón le dio aviso de que detuviera el vehículo, pero en vez de hacer caso «continuó su marcha a gran velocidad por la calle Munuza hasta llegar a la Plaza del Carmen, sin respetar el semáforo rojo que había en ese punto. Continuó su marcha por la
calle Álvarez Garaya en dirección a Sanz Crespo, sin respetar los semáforos que se encontraba en su camino. A continuación, en la calle Carlos Marx sentido avenida Constitución y en su
confluencia con la avenida Portugal, se saltó un semáforo peatonal, obligando a un pequeño grupo de personas a detener su marcha para evitar que el acusado los embistiera. Este continuó su huida por la calle Puerto de Leitariegos hacia Puerto de Ventana y accedió – desde la rotando de la avenida Portugal- a la autopista A-66, donde aceleró la velocidad hasta superar los 170 km/h, llegando en ocasiones a invadir el arcén, así como a realizar bruscamente cambios en el carril para adelantar a otros vehículos. El acusado fue finalmente interceptado por los agentes en la carretera nacional 634, en Molina, en Trubia. Cuando se bajó del coche, «comenzó a mostrar una actitud violenta contra uno de los agentes e intentó lanzarse contra él, por lo que tuvo que ser reducido, cayendo entonces al suelo, donde fue finalmente esposado», relata la Fiscalía, que puntualiza que el agente no sufrió lesiones. En la prueba de alcoholemia dio positivo (0,30 y 0,19 mg/l de aire espirado, en la primera y segunda pruebas) y dio positivo en cocaína y THC (cannabis). Fue acusado de un delitos contra la seguridad vial y resistencias a la autoridad. Tras reconocer los hechos, el acusado aceptó una condena de 8 meses de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante 16 meses y 4 meses de multa, a razón de 5 euros diarios, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. La cuantía de la multa ronda los 600 euros.
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