Publicado el: 13 Oct 2022

Un camión sin conductor destroza en Sama de Grado uno de los hórreos más valiosos de Asturias

Técnicos del Principado visitaron hoy el pueblo para ver si es posible rescatar la pieza, fechada en 1510

«Hay que restaurarlo como sea», clama el cronista oficial de Grado, Gustavo A. Fernández, y la familia propietaria agradece el apoyo que está recibiendo, «menos mal que no hubo heridos»

Estado en el que quedó el hórreo

Redacción/ Grau

Uno de los hórreos más importantes de Asturias, del siglo XVI y ejemplo del conocido ‘estilo Villaviciosa’, quedó esta semana convertido en escombros, cuando un camión sin conductor se precipitó sobre él. El siniestro se produjo el pasado martes en Sama de Grado, cuando el camión accedió a la plaza de la iglesia para descargar una máquina de coger manzanas. El vehículo quedó sin conductor, y no debidamente frenado, por lo que se precipitó a la carretera e impactó contra el llamado ‘hórreo de Alfonso’. Se trata de una de las piezas históricamente más importantes de Asturias, ya que es de los pocos ejemplares cuya fecha de construcción se conoce con precisión, por lo que sirvió para documentar la época de construcción de los llamados ‘hórreos medievales’, según destaca el cronista oficial de Grado, Gustavo A. Fernández. «Son hórreos de tradición medieval, en Grado son pintados y en la zona de Villaviciosa, grabados. Este tenía el repertorio habitual de pinturas, con colores blancos, negros, series de triángulos, cenefa en la caja del hórreo, esquinas y tablas centrales con motivos circulares, como flores galanas. Estaba fechado con una inscripción, de 1.500 y pico. Es el hórreo más importante de Grado, y uno de los más relevantes de Asturias, así que lo ocurrido es una auténtica desgracia». Técnicos de la consejería de Cultura visitaron hoy el pueblo para comprobar el estado en el que ha quedado la construcción, y si es posible salvarlo. «Hay que restaurarlo como sea, su pérdida es una desgracia, no nos podemos resignar», clama el cronista oficial moscón.

La familia propietaria del hórreo mostró en primer lugar un gran alivio porque el accidente no causara daños personales. «No hubo que lamentar ningún herido, no pasó nada al conductor, ni a ningún vecino ni a nadie de la familia. Vamos a intentar hacer todo lo posible por restaurar todo lo que esté a nuestro alcance para se pueda volver a levantar, hay mucha gente que nos está ayudando y estoy seguro de que vamos a poder levantarlo y que dure otros quinientos o más años y que vuelva a estar en su plenitud. Tenemos a nuestro lado a mucha gente, como a Gustavo y la Asociación de Amigos del Hórreo, y esperamos sacarlo adelante», señala José González, uno de los propietarios.

Detalle de algunas de las decoraciones

El hórreo, el pasado mes de agosto

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