Paco Álvarez vuelve a la tierra de su padre con ‘Cabeza alta’

El escritor y periodista, «fíu de César el de Cueru», eligió Candamo para presentar por primera vez su nuevo libro de relatos, de la mano de Paquita Suárez Coalla

Paco Álvarez, en el centro, junto a la alcaldesa, Marta Menéndez; la escritora Paquita Suárez Coalla y la nueva concejala de Cultura, Pilar Martín

Redacción/ Grau

«Cabeza alta. Relatos de lucha y dignidad» es el título del nuevo libro del periodista y escritor Paco Álvarez, que reúne veintiún cuentos, alguno de ellos ya publicado en asturiano, y tres de los cuales fueron ganadores de distintas ediciones del concurso de Relatos Curtios Conceyu Candamo. Álvarez estuvo ayer en el Palacio Valdés Bazán para hacer «la presentación mundial del libro. Hace dos semanas estuve en la feria de libro mayor del mundo, en Frankfurt, pero quise que fuera este sitio porque de aquí era mi padre que junto a mi madre, extremeña, están enterrados en el cementerio de Cueru». Presentó la obra, Paquita Suárez Coalla, profesora.en Nueva York, a quien le une amistad y oficio, que se encuentra estos días en Grullos, para la participación en las I Jornadas de Estudio del Asturiano, organizadas por la Universidad de Oviedo. Paquita presentó a Paco, como «El fíu de César el de Cueru». La emigración de César primero a Brasil y luego a Sudáfrica, y las vivencias en el barrio obrero de Pumarin (Gijón) apuntaba Coalla, pudieron ser el germen de parte de la literatura del periodista, siempre buscando las historias de los más desfavorecidos. Sus personajes tanto los conocidos como los anónimos y los escenarios donde se desarrollan están llenos de historias de supervivencia y de lucha por dejar para las futuras generaciones, las nuestras, un mundo más humano. Echaba en falta la candamina una referencia al mundo rural en esta antología, a lo que Paco Álvarez, respondió que quizá su condición de urbanita y la falta de vivencias rurales, «hayan sido la causa de ese vacío». El periodista Xuan Cándano, entre el público presente, apuntaba a que algunos episodios de la vida de Álvarez eran dignos de ser publicados como relatos de lucha y dignidad, ya que fue uno de los jóvenes asturianos que lucharon contra el servicio militar obligatorio, y se declararon insumisos, por lo que estuvo en prisión, junto a otros activistas antimilitaristas.