El juez obliga a la empresa a que desprecinte la caldera, pero el frío llega sin que cumpla la orden
L. S. / Trubia
Un edificio de 48 pisos de Soto de Trubia afronta los primeros días de frío sin calefacción, a causa de un pleito con Hunosa, empresa que instaló la caldera y se ocupa de su mantenimiento. La comunidad de propietarios del edificio de Química del Nalón (llamado así popularmente, aunque nada tiene que ver con la empresa) de Soto decidió hace unos años cambiar su caldera de gasoil por otra de pellets. Para ello, concertaron un contrato con una de las divisiones de diversificación de la empresa Hunosa. Tras unos años, con la caldera aún sin terminar de pagar, la comunidad decidió prescindir de los servicios de sus administradores, por discrepancias precisamente en la gestión de la caldera, ya que consideraban que la facturación era arbitraria y no se ajustaba a lo pactado. Cambiaron de administrador y llevaron el caso a los tribunales, denunciando a Hunosa, que había precintado la caldera, que no se puede utilizar. La comunidad de propietarios pidió al juez que dictara una orden cautelar para poder tener calefacción en invierno, mientras se decide quién tiene razón. El juzgado aceptó la petición y ha dictado un auto pidiendo el desprecinto de la caldera, una orden que según denuncian los vecinos hasta ahora no se ha cumplido. Entre tanto, han llegado los días fríos, y los vecinos están indignados. Al menos dos residentes de avanzada edad se han tenido que ir de sus viviendas, a casa de sus hijos, por culpa de la falta de calefacción.
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