Detenido en Candamo el cabecilla de una red de narcotráfico

Inicio Candamo Detenido en Candamo el cabecilla de una red de narcotráfico

El hombre habría participado en una compleja organización que importó más de una tonelada de cocaína usando, entre otros medios, veleros para atravesar el Atlántico

Uno de los veleros implicados en la operación

Redacción/ Grau

Uno de los cerebros de una compleja red de narcotráfico que llegó a importar más de una tonelada de cocaína vivía pacíficamente en Cuero, en Candamo, junto a su familia. La Policía Nacional sitúa a este vecino, natural de Madrid, en el centro de un complejo entramado que ha sido desmantelado, con más de 12 detenidos en distintos lugares de España, en una operación conjunta con Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, conocida como ‘Operación Porte’.

La familia se instaló en Cuero hace unos años, y mantenía unas relaciones cordiales pero distantes con los vecinos, «como son las cosas ahora, que la gente a veces no se conoce mucho». Con hijos menores, parecían una familia más que había elegido el campo para criar a sus niños, lejos de la gran ciudad, hasta que a mediados del mes pasado el hombre fue detenido.

Según las investigaciones policiales, que aún no han llegado a juicio, el vecino estaba integrado en una organización criminal dedicada presuntamente al tráfico de cocaína a gran escala mediante veleros desde Sudamérica hasta España. «La estructura criminal adquiría veleros para cruzar el océano Atlántico y abastecerse de la cocaína que más tarde introducían en España. Durante la operación se les ha incautado más de una tonelada de cocaína que viajaba en un velero abordado por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en el pasado mes de septiembre, tres embarcaciones, más de 200.000 euros en efectivo y cerca de 50 empresas utilizadas para blanquear el dinero procedente de la venta de estupefacientes. Además, se les ha bloqueado más de 100 cuentas bancarias», señala la Policía Nacional.

La investigación se inició en el año 2018, cuando los investigadores detectaron la presencia de un entramado criminal asentado en España que se dedicaba a introducir cocaína procedente de distintos puntos de Sudamérica. Las primeras averiguaciones permitieron localizar a varias personas que, desde la isla de Gran Canaria, adquirían veleros para cruzar el océano Atlántico y abastecerse de la cocaína que más tarde introducían en España. Posteriores pesquisas permitieron conocer la estructura completa de la organización criminal, llegando a identificar plenamente a su líder, que estaba implicado en numerosas investigaciones llevadas a cabo por distintos países europeos. Tal era su influencia como líder de la organización, que gestionaba tanto la adquisición de la droga en Sudamérica como su transporte y distribución por Europa a través de España sin necesidad de desplazarse ni reunirse con otras organizaciones. Lo hacía, concretamente, desde un pequeño municipio asturiano. Un grupo de contravigilancias para la seguridad de la organización La organización realizaba grandes inversiones en seguridad para tratar de asegurar sus comunicaciones internas y evitar de esa forma ser detectados. También hacían uso de tecnología puntera, con móviles de última generación, e incluso disponían de grupos integrados en la organización que realizaban contravigilancias cuando se producían reuniones. Además, habían creado 50 empresas que utilizaban como tapaderas para el blanqueo de dinero producido por la venta de droga. Esta red de empresas se encontraba repartida por todo el territorio español con conexiones en Panamá, Colombia y otros países de Europa, en los que hacían figurar a ‘hombres de paja’. La función de estos testaferros era dificultar la identificación real de las personas que eran los verdaderos responsables de las transacciones comerciales destinadas al blanqueo. Entre estas, las investigaciones sitúan a un hotel rural, en el mismo concejo candamín, al parecer aún en obras.

El laboratorio, en Valencia

Para culminar la investigación se llevó a cabo más de una decena de registros por toda la geografía española, llegando a desmantelar en Valencia un laboratorio empleado para separar la droga de sustancias legales. Con ello extraían el estupefaciente previamente mezclado en los países de origen para tratar de eludir los controles policiales. Entre las sustancias estupefacientes intervenidas se encuentran 1.275 kilogramos de cocaína, 1.140 gramos de marihuana, 100 gramos de hachís, anfetaminas en forma de pastillas y setas alucinógenas. También se intervinieron tres embarcaciones, una de ellas de 27 metros de longitud valorada en 700.000 euros, nueve vehículos de alta gama, 223.000 euros en efectivo, diverso material informático, 44 teléfonos móviles, dos armas de fuego y multitud de artículos de joyería y relojes de gama alta

Deja un comentario

Your email address will not be published.