Emma Álvarez
Leo en las páginas de este periódico, LA VOZ DEL TRUBIA, que «el mirador del Parque Natural de Somiedo quiere ser un icono turístico». Entiendo que todos tienen derecho a defender su trabajo pero como autónoma, como trabajadora de Turismo en Somiedo, como vecina, como persona sensible en la defensa de los valores naturales del territorio y del planeta, no puedo mantenerme indiferente ante algo que creo no se debería permitir en un lugar que tiene todos esos valores que yo defiendo. Esos valores en sí ya son los iconos del Parque, no hay que inventar nada. Y esos valores los deberían defender quienes son responsables de velar por los bienes públicos. Dice la ley 2/1988, de 10 de junio por la que se declara el Parque Natural de Somiedo, en el artículo 1: «Se declaran Parque Natural los terrenos comprendidos dentro de los actuales límites administrativos del Concejo de Somiedo, con la finalidad de garantizar la conservación de los cualificados valores naturales del área, haciéndolos compatibles con el mantenimiento y mejora de las actividades tradicionales, con el desarrollo económico y social de la zona y con el fomento del conocimiento y disfrute de dichos valores».
No entiendo cómo se puede defender una normativa de protección ambiental, de desarrollo sostenible, de fomento de las actividades tradicionales y a la vez desarrollar proyectos que masifican, invaden y degradan la naturaleza de ese territorio. Un mirador artificial para tapar un mirador natural. Un proyecto que ya duplica el coste antes de comenzar la obra, me pregunto cuánto será su coste final. Los objetivos de las distintas figuras de protección de espacios naturales (Somiedo las tiene todas) tienen como finalidad «la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible del territorio». Nada de esto parece tener esa finalidad a no ser en el papel. Este mirador estará financiado por el Plan Sostenible de Turismo de Somiedo. «El PST de Somiedo tiene tres objetivos prioritarios: proteger los recursos naturales y patrimoniales de Somiedo, consolidar el modelo de turismo sostenible para ofrecer la mejor experiencia de ecoturismo rentable y reforzar la gestión local y la participación del destino».
Que alguien nos explique en cuáles de estos objetivos se debe incluir este despropósito. Si hablamos de Turismo sostenible y ante la duda de no ser objetiva en la definición, la busco, dice así: «el turismo sostenible o turismo sustentable es aquel que sigue los principios de sostenibilidad, minimizando el impacto sobre el medio ambiente y la cultura local, al tiempo que contribuye a generar ingresos y empleo para la población local». No hay un solo principio en turismo sostenible, en ecoturismo, en conservación, en desarrollo rural, en economía local que pueda justificar estas obras.
La promoción que se hace del espacio protegido, las obras de miradores artificiales, las pistas hormigonadas, las explanadas de aparcamientos cercanas a los miradores, bares fuera de los núcleos rurales, junto con la falta de una gestión de residuos ganaderos, de purines y plásticos hace que cada año que pasa el concejo de Somiedo pierda el valor natural y rural que tenía. Las señas de su identidad cada día más en el suelo como sus cabanas. Las brañas desaparecen, los lavaderos y fuentes no se recuperan, los oficios tradicionales no se fomentan, la ganadería pequeña y diversificada no existe, las tierras no se cultivan, en las zonas protegidas se hacen embotelladoras, las normativas se adecúan a los intereses privados…todo esto en nombre del desarrollo sostenible. Esta es la manera que tienen de potenciar actividades adecuadas al entorno natural protegido. La manera que tienen de desarrollar una actividad conservacionista con los recursos paisajísticos, los valores naturales y el patrimonio cultural. Digan lo que digan, nos quieran vender los «iconos» que quieran, esto es un atentado ecológico en un espacio natural. Ya pueden hacerse la fotografía tranquilos.
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