Medio Ambiente autoriza a Orovalle a usar la balsa de lodos

La consejería permite proseguir con el relleno 14 metros más, dejando un margen de dos metros hasta la coronación del dique, hasta que finalice la tramitación ambiental del nuevo  recrecido

Panorámica de la balsa de lodos de Orovalle

Redacción/ Grau

La Consejería de Medio Ambiente permitirá a Orovalle el uso de la balsa de lodos mientras culmina la tramitación de la Autorización Ambiental Integrada del recrecido, actualmente en información pública. Medio Ambiente, que niega que la tramitación acumule retrasos, evita con este paso la paralización de la actividad minera, que había llevado a la empresa a plantear un ERTE que afectaba a la mayor parte de la plantilla. En concreto, hasta que culmine la tramitación ambiental, se autorizará el depósito de lodos hasta la cota 514, dejando un margen de dos metros hasta el borde del actual dique.

«La empresa Orovalle solicitó autorización a la Dirección de General de Energía, Minería y Reactivación para el recrecimiento de su balsa de estériles, con la intención de ampliar la cota 510 a la 540. Esta ampliación requiere tramitar una modificación sustancial de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) existente y someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental (EIA). La solicitud para iniciar la tramitación de la evaluación de impacto ambiental y para la modificación de la AAI se produjo en julio de 2022. Desde entonces, la consejería ha trabajado en el expediente, que se ha sometido al trámite de información pública y a consulta de administraciones e interesados. Actualmente, está pendiente la emisión de la declaración de impacto ambiental», señala la consejería.

«En tanto se resuelve la tramitación ambiental, esta semana se ha completado una autorización que permite a la empresa proseguir el relleno de la balsa hasta la cota 514, y mantener un resguardo de dos metros hasta la cota de coronación del dique existente. Con este permiso de incremento de la capacidad de la balsa, la empresa dispone de margen suficiente para seguir con su actividad habitual hasta que se resuelva la autorización ambiental del proyecto. La empresa ya era conocedora de que se estaba trabajando en esta solución», concluye el Principado.