«Si juegas y empiezas a mentir, pide ayuda»
El grupo de Jugadores Anónimos de Oviedo, abierto a vecinos de la comarca, se reúne dos veces a la semana y “funciona, hay salida”
L. S./ Oviedo
El juego forma parte de la vida social, como el alcohol, y para muchas personas es una actividad intrascendente. Para otras, sin embargo, puede suponer la ruina. “Yo empecé poco a poco, yendo al bingo con alguna amiga. Me gustaba y me lo pasaba bien. Seis años después mi vida era un descontrol completo: empecé mintiendo, ya no decia en casa a dónde iba, y gastaba dinero sin control. Me sentía lo peor, la peor persona, la peor madre, hasta que todo explotó y un hijo mío me dijo: lo que te pasa es que estás enferma. Fuí al médico y me habló de Jugadores Anónimos. Allí aprendí que había más como yo, que hay salida y que nos podemos apoyar unos a otros”, relata María, que lleva 26 años lejos del juego y preside el grupo que se reúne en Oviedo, dos veces a la semana, en la iglesia redonda de la plaza de La Gesta. “El grupo va cambiando, viene gente de distintos barrios de Oviedo, de los Valles del Trubia, o de Grado…Notamos que se acercan pocos jóvenes, aunque el problema del juego en la juventud se ha disparado con las casas de apuestas y las apuestas deportivas online”.
Su compañero Andrés también jugó hasta la ruina. “Yo fui de jugar desde pequeño, pero el problema fue de chaval, echas la vuelta del café a la máquina, y un día te das cuenta de que te engañas y bajas al bar ya solo por jugar, y gastas todo lo que tienes. Yo jugaba a todo, con la lotería de Navidad era una locura, cuando me prejubilé, se disparó, más engaños, más deudas. Si empiezas a mentir, hay que pedir ayuda, y un jugador no puede jugar a nada, ni al parchís. Llevo 18 años sin jugar, así que hay salida”.
El grupo se basa en la constancia y en el apoyo mutuo, en aprender a ‘cazar’ a uno mismo los autoengaños y en saber que una recaída no es el final, “siempre hay un día en el que se puede parar”. El teléfono para pedir información es el 617 865 318.