Siete organizaciones se reunieron ayer en Trubia, invitadas por APHIT, para coordinar sus actuaciones, un primer paso para desarrollar acciones conjuntas, como la creación de una plataforma digital
Redacción/ Trubia
Siete asociaciones de defensa y protección del patrimonio industrial de los malos se reunieron ayer en el casino Obrero de Trubia, invitadas por la Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia (APHIT), en un encuentro en el que se decidió trabajar en red y crear una plataforma digital conjunta que sirva para divulgar sus actividades. Al encuentro asistieron además de la Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia la Sección de Arqueología Industrial de la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara; el Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón; Arquitectura de Asturias, la Plataforma por la Preservación del Puerto Ferroviario de Pajares, la Plataforma Salvemos La Vega, la Plataforma Fábrica de Gas e Ideas y la Plataforma Vecinal La Malatería. También fueron invitadas la Asociación Vindonnus, la Plataforma Salvemos el Sanatorio de Bustiello e Incuna, que por diversos motivos no pudieron asistir.
En la reunión se constató que muchos de los objetivos de estas asociaciones «son compartidos, fundamentalmente los orientados a la divulgación y protección del patrimonio histórico industrial en todas sus vertientes (arquitectónico, bienes mueble, archivos, social, memoria, territorio, etc.). Por ello, uno de los primeros acuerdos fue, en el corto plazo, crear una red de colaboración, tanto de apoyo mutuo como para compartir experiencias. En la línea con lo anterior y dados los diversos perfiles de las personas integrantes de todas esas entidades, también se vio la necesidad de conjugar la visión técnica y académica relativa a este patrimonio y su historia, con el activismo en su defensa, haciendo especial hincapié en la pedagogía, tan necesaria para llegar a la sociedad», señala el presidente de AOPHOT, Toño Huerta.
Otro de los compromisos fue la creación de una plataforma digital donde se puedan centralizar, a modo de información, las diversas actividades organizadas por cada una de las entidades, «una especie de tablón de anuncios digital para que la sociedad tenga acceso a todas las esas actividades: visitas guiadas, charlas, exposiciones, etc», señala Huerta. También se habló de la necesidad de que el movimiento asociativo vinculado al Patrimonio Industrial tenga un papel protagonista en la toma de decisiones políticas que le afectan, asía como en las diversas programaciones culturales programadas desde las entidades públicas en forma de visitas interpretativas, exposiciones u otras actividades.
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