La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica protagonizó ayer la segunda jornada de la Semana Cultural de los Moscones de Oro, que se entregan mañana
Beatriz Álvarez/ Grau
Siguiendo con los actos de la XXV Semana Cultural de los Moscones de Oro, la Casa de Cultura acogió ayer la proyección del documental ‘Las Cunetas’, y un posterior coloquio sobre las exhumaciones en el concejo. El documental muestra la forma de trabajar de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), ‘Moscón de Oro’
“Las cunetas” dirigido por Bodo Marks y Shelina Islam, recoge el caso de Antonio Fernández, conocido como «El Cesterín». La noche del 9 de octubre de 1936, el cestero de 24 años fue sacado de su casa en un pueblo de montaña cerca de Ponferrada por milicias franquistas, brutalmente asesinado y enterrado en un campo junto a la carretera. Más de 70 años después, su nieta, Adriana Fernández, cuestiona desde Argentina, país al que su padre Constantino y su tío Antonio emigraron siendo muy jóvenes, la historia oficial de la familia, una historia como la de tantas familias españolas llena de silencios y narrada en susurros. Fernández comenzó a investigar y pronto encontró pruebas que confirmaban las sospechas de que la historia de su familia no era como se la habían contado. El 7 de octubre de 2011 acompañó in situ a su padre y a su tío y los tres fueron testigos del trabajo para encontrar y exhumar a su abuelo al que, finalmente, recuperaron transcurridos 75 años de su asesinato. Miles de españoles, víctimas de la dictadura franquista, siguen desaparecidos en España.
Décadas después del fin de la dictadura, cientos de fosas comunes anónimas esconden en las cunetas del país la historia de todas sus víctimas. La ARMH ha puesto todo su esfuerzo en la dura tarea de ayudar a las familias con la exhumación de sus seres queridos para poder dar voz y reconstruir el relato de sus vidas y la forma brutal e inhumana en que acabaron. Se trata así de devolver a todas estas personas con los suyos, devolverlos y restaurar, de alguna forma, la dignidad que les robaron quitándoles la vida y condenándoles al olvido. Muchos son los voluntarios de la ARMM que investigan a partir de denuncias individuales por toda España.
Tras la proyección y apoyándose en un amplio conjunto de fotografías que resumen el paso de la ARMH por Grau entre 2020 y 2023, Gemma López, voluntaria de la ARMH expuso el trabajo realizado en la zona. La fosa del Rellán y su historia y la de la Garba son solo dos ejemplos de los cientos de fosas comunes que se extienden por nuestro territorio. La ARMH relató ayer para el público presente las dificultades que se encuentran para llevar a cabo las exhumaciones y la falta de colaboración de las administraciones.
Cerró el coloquio el alcalde de Grau, José Luis Trabanco, presente entre el público que manifestó la voluntad del consistorio de conservar las zonas de enterramiento y hacer algún tipo de memorial, pero “siempre que se garantice por ley que ese espacio va a quedar protegido” haciendo referencia a que la voluntad local se sujeta a la norma estatal y ésta es la que hay que redactar para conseguir esa protección. También pidió Trabanco que no se dijese “el Chalet de Patallo” para referirse al “Chalet del Campo” escenario moscón de la represión y tortura franquista pues “Patallo, la familia Patallo es posterior y hay que desvincularla de ese sitio”. Comentó la posibilidad de realizar un libro de anécdotas políticas con el tema de las fosas y se lamentó de que todo esto “llegue tarde, ha habido falta de compromiso también por los políticos de izquierdas, hay fosas que no son recuperables y además hay muchos mayores que, empeñando su vida por encontrar a los suyos, ya no están. A pesar de todo hay que seguir dando voz a lo sucedido y trabajando por educar y dar a conocer toda la historia.”
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