El AMPA del instituto Valdés Salas aplaude las restricciones del Principado, mientras en el colegio de Cornellana usa un dispositivo para todo el centro
Manolo Jiménez/ Salas
La regulación del Principado sobre el uso de dispositivos móviles viene a redundar un poco en las demandas y peticiones de la comunidad educativa en Salas, con matices. Desde el AMPA del IES Valdés Salas se aplaude la medida al entender que el teléfono es una herramienta que en ningún caso se debe utilizar por parte del alumnado para cuestiones ajenas a la propia enseñanza. “Era una reivindicación que teníamos desde hace mucho tiempo así que lo consideramos muy positivo”, afirman miembros de la plataforma de Padres y Madres de Salas. El A.M.P.A. salense va más allá, al ser uno de los pioneros en la puesta en activo de este marco regulatorio, “en un consejo escolar yo misma sostuve que el uso del teléfono móvil no es nunca con fines didácticos, para eso están los ordenadores”, sostiene Noelia Pérez, portavoz del colectivo de madres y padres de Salas, “tenemos pruebas de que el teléfono se usa indiscriminadamente en clase por parte de alumnos y profesores” y añade, que «como nunca entendimos que el conocimiento en las aulas se adquiría a través de un dispositivo fuimos firmes a la hora de exigir su regulación”. Pérez va más allá y da por hecho que los “críos usaban el móvil como les daba la gana tanto en clase como fuera de clase, bien sea por estados de whatsapp, fotografías en redes sociales, etc», de ahí que defienda la medida del Ejecutivo regional porque los teléfonos deben ser usados por personas adultas” y si los menores en algún caso necesitan algún tipo de consulta “se supone que deben saber usar los ordenadores del centro, están en edad de ello”, concluye.
Educar, no prohibir
La dirección del Valdés-Salas, por su parte, destaca que por lo general no hay control del uso del móvil por parte de las familias. En relación al uso en las aulas establecido por la administración, Ana Isabel Blanco, profesora de Física y Química, prevé nulas dificultades a la hora de regular el uso de dispositivos ya que según aclara “desde hace tiempo ya se prohibió el uso del móvil excepto por motivos de la propia actividad docente”. Eso sí, la docente prioriza la educación a la prohibición, para no demonizar la tecnología por un lado y permitir la socialización entre el alumnado por otro. “La medida nos viene bien para evitar reclamaciones, aunque existía una prohibición interna estábamos expuestos a que algún alumno se negase, arriesgándonos a reclamaciones e impidiéndonos actuar”. La responsable del instituto añade que personalmente “la medida de la Consejería de Educación me parece bien para que los estudiantes no se acostumbren a usar los móviles cuando les plazca”, porque entiende que priva de la interactuación social y resta capacidad de “conocerse”, según explica, al mismo tiempo que ve en su uso en los centros, una utilidad como herramienta educativa. Por este motivo en el centro salense, hasta la fecha, se ha venido utilizando este tipo de dispositivos de telefonía móviles “exclusivamente” para fines didácticos.
La Consejería de Educación ha publicado en las últimas horas unas instrucciones que regulan el uso de los teléfonos móviles exclusivamente con fines didácticos en las etapas de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional (FP) y enseñanzas de régimen especial en los centros sostenidos con fondos públicos. Además en lo referente a los colegios públicos de Infantil y Primaria señala que deben ser espacios libres de dispositivos móviles, con la única excepción de menores que necesiten utilizarlos “por razones de salud o acreditadas”.
En general la medida también ha sido acogida con satisfacción por parte de los docentes de alumnos con edades más tempranas. En Cornellana su director es claro y conciso al indicar que “ a partir de sexto de Primaria, todos los alumnos tienen su dispositivo”, aunque matiza que su uso en el colegio no está permitido debido a las limitaciones recogidas en su Plan Integral de Convivencia, por lo que nunca lo llevan a las aulas. Un documento que establece el uso de un sólo aparato de telefonía móvil para aquellas contingencias en las que los padres y madres de los y las escolares deban mantener algún tipo de contacto con sus hijos. “Si nos vamos de viaje, ese teléfono nos sirve para bien común”, relata el responsable del colegio, Hugo Cañedo, “es la única fórmula para evitar distracciones”. El marco regulador de estas y otras medidas se incardina en un Plan inspirado en la LOMCE, con un capítulo integral para el uso de estos dispositivos digitales.
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